Varios refugiados afganos viven en la estación de metro Victoria en Atenas, Grecia hoy 23 de febrero de 2016. Foto: EFE
El ministro de Exteriores austríaco, Sebastian Kurz, defendió hoy (24 de febrero del 2016) la decisión de su Gobierno de no invitar a Grecia a una reunión sobre la crisis migratoria en los Balcanes y acusó a Atenas de no tener voluntad para reducir el flujo de llegadas de refugiados de Oriente Medio.
“No creo que falten en Europa eventos conjuntos, lo que falta es la voluntad de reducir el flujo de refugiados de manera significativa”, respondió Kurz a las protestas de Grecia sobre su exclusión de la reunión de hoy.
En unas declaraciones a la prensa, el jefe de la diplomacia austríaca dijo que Atenas no ha mostrado hasta ahora voluntad para reducir las llegadas y “solo han estado interesados en transportar a los refugiados lo más rápido posible” a Macedonia.
Kurz agregó que Austria desea una solución europea pero como ninguna está en el horizonte, la república alpina debe buscar soluciones propias que coordinará con sus socios regionales.
Por su parte, la ministra del Interior austríaca, Johanna Mikl-Leitner, destacó hoy, ante el comienzo de la reunión, que “es importante frenar el flujo de refugiados a lo largo de la ruta de los Balcanes“, informa la agencia de noticias APA.
En Viena están hoy reunidos los responsables de Interior y Exteriores de Eslovenia, Croacia, Serbia, Bosnia, Kosovo, Montenegro, Bulgaria y Macedonia.
Además de Grecia, otra ausencia significativa es la de la Unión Europea (UE), que ha criticado también la cita de hoy.
La reunión busca coordinar el actual desafío migratorio y sus resultados se presentarán mañana en una reunión de ministros del Interior de la UE.
La ausencia de Grecia ha sido criticada por el Gobierno de Atenas como “un acto poco amigable”.
Austria y el resto de países de la ruta de los Balcanes acordaron la semana pasada un estricto sistema de control para que no pueda entrar en Macedonia ningún refugiado que no acredite provenir de una zona en guerra.
Además, desde el domingo Macedonia niega la entrada a la gran mayoría de los afganos, que pretenden continuar su viaje hacia el norte de Europa.
Esta decisión, junto con un control reforzado a los refugiados a los que todavía se permite entrar -sirios e iraquíes- ha generado aglomeraciones y protestas en la frontera entre Grecia y Macedonia.
Austria acepta desde el pasado viernes solo 80 solicitudes de asilo por día en su frontera sur y un máximo de 3.200 refugiados para el tránsito hacia Alemania.
Esos topes han obligado al resto de los países de la ruta de los Balcanes a restringir también la llegada de refugiados por el temor a que queden varados en su territorio.
Alemania, Suecia y Austria son con gran diferencia los tres países europeos que más refugiados han acogido hasta ahora.