Un vehículo de medicina legal esperaba los cuerpos de los militares, para trasladarlos a la ciudad de Esmeraldas. Foto: EL COMERCIO
La violencia que sacude a Esmeraldas cobró sus primeras víctimas mortales. Se trata de tres infantes de la Marina: Luis Alfredo Mosquera, Jairon Sandoval y Sergio Jordan Cedeño.
Los uniformados murieron tras un ataque con un explosivo artesanal que fue colocado a un costado de la carretera que conduce al poblado de Mataje, a 10 minutos de San Lorenzo, la cabecera cantonal.
El hecho ocurrió cuando los soldados viajaban a bordo de una patrulla. Otros siete marinos fueron heridos. Uno de ellos se encuentra en estado crítico. Sus piernas fueron amputadas y perdió “gran cantidad de sangre”, indicó Édgar Cadena, director del Hospital Militar de Quito, a donde fue trasladado vía aérea.
El ministro de Defensa, Patricio Zambrano, había dicho que “no se puede descartar nuevos ataques”. Y dijo que el Mando Unificado, integrado por las FF.AA. y la Policía, trabaja con información de Inteligencia “para que (estos hechos) no se vuelvan a dar”.
Desde el 27 de enero, cuando un carro bomba explotó en el Comando de la Policía de San Lorenzo, se han producido siete ataques que han dejado tres muertos y policías y militares heridos.
Estos hechos han obligado a los habitantes del poblado El Pan a dejar sus casas y trasladarse a San Lorenzo, en donde hay mayor presencia de uniformados.
César Navas, ministro del Interior, asegura que estos atentados son una respuesta a los operativos que se realizan en la frontera norte, sobre todo para atacar el tráfico de drogas y de precursores químicos. “Como estamos controlando la frontera, estamos afectando los intereses de estos grupos delictivos internacionales por ello es que existe esta reacción”, manifestó el Ministro.
Navas señaló que la seguridad en San Lorenzo había sido “reforzada”. “Pero más allá de eso brindamos seguridad a toda la frontera norte. Hasta el momento se han incautado de 7,5 toneladas de precursores químicos, dando un golpe económico de USD 600 millones a las organizaciones delictivas”.
Los cuerpos de los tres uniformados fallecidos fueron llevados a la morgue de Esmeraldas, donde se realizó la autopsia. Los heridos menos graves se recuperan en el hospital Fiscomisional Divina Providencia, en San Lorenzo. Esta casa de salud es custodiada por militares. Familiares de los heridos ya se encuentran allí.
Los fiscales Gorky Ortiz y Carmen Timarán empezaron con las investigaciones bajo la dirección de la fiscal provincial Janina Villagómez.
Este nuevo acontecimiento volvió a poner en alerta a los habitantes de San Lorenzo, que llegaron al hospital tras el sonido de las sirenas de las ambulancias cerca de las 13:00.
En las afueras de la casa de Salud se agolparon decenas de personas cuando se enteraron de lo ocurrido. Todos querían saber qué pasaba. Una cuadra del hospital fue acordonada por policías mientras llegaban los militares heridos.
En la tarde bajó la tensión, pero entre los compañeros de los militares fallecidos había tristeza, mientras aguardaban los cuerpos en la parte externa de la morgue. Es lamentable lo que está pasando en San Lorenzo”, dijo una de las mujeres que llegó a observar el traslado de los cuerpos desde San Lorenzo a Esmeraldas.
Tras este hecho, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, pidió este martes, 20 de marzo del 2018, a su ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, convocar la Comisión Binacional Fronteriza.
Esta instancia, también denominada Combifron, es el órgano responsable de los asuntos de seguridad y cooperación en las zonas limítrofes entre Colombia y Ecuador.
El Mandatario colombiano, que está de visita en Brasil, manifestó su solidaridad “con el pueblo ecuatoriano, sus Fuerzas Armadas (…) y familiares de las víctimas del atentado”.
“Condenamos todo hecho de violencia”, añadió Santos.
En los últimos meses se han incrementado las agresiones contra fuerzas ecuatorianas desplegadas en la zona o que patrullan la región fronteriza.
Este tipo de ataques, generalmente con explosivos detonados por control remoto o proyectiles de mortero, ambos de fabricación artesanal, se han intensificado a raíz del atentado con coche bomba el pasado 27 de enero. Entonces, el presidente Lenín Moreno consideró un “acto terrorista” ligado a bandas de narcotraficantes.
Las autoridades dijeron que detrás del ataque se encontraba un grupo criminal liderado por alias ‘Guacho’, un disidente de la guerrilla de las FARC.