Lucio Gutiérrez, debido a su situación postraumática, no comprende que el león herido no es el rey de la selva, así como tampoco Jaime Nebot logra entender que la estrategia judía de Mazada fue una definición y actitud suicida. En estas condiciones, Rafael Correa, la revolución ciudadana o cualquier otra entelequia, que si conocen de política, aprovecharon las luces de fin de año para lanzar una ofensiva política de tal magnitud que recuerda las alemanas de la Segunda Guerra. Se desconoce si corresponden a una ‘Blitzkrieg’ o solo son el suspiro final de las Ardenas.
La teoría de la conspiración, sin ninguna comprobación, salvo algunos correos originados en la mente de idiotas políticos, estaba destinada a neutralizar cualquier ebullición en ese caldo de cultivo de bajas calorías que es Sociedad Patriótica. Lo de Paco Moncayo y sus adláteres en el caso del aeropuerto de Quito destinado a descontrolar a los viejos ejes de la Izquierda Democrática, pero mucho más agudo es el ataque a Nebot y a los restos de los socialcristianos que, cuando fueron importantes, tuvieron la inteligencia de solventarse en el escenario nacional y no solo en los guetos de las riveras del Guayas.
En estas circunstancias, y antes de las efemérides de Ambato para la celebración del tercer aniversario de la revolución ciudadana o del imperio del círculo rosa, el Gobierno se decidió por la ofensiva. En el tema de la ley de Comunicación neutralizó el efecto del acuerdo de los bloques que fue el primero independiente en tres años de Gobierno correísta. Con inteligencia táctica lograron cercar, sin agredirlo, al presidente de la asamblea, Fernando Cordero, y probablemente alcanzaron que el inexperto Carlos Vera se exilie en algún consulado de Guayaquil.
En un panorama que podría llamarse ‘la batalla de Guayaquil’, el objetivo está destinado a destronar a Jaime Nebot de la Municipalidad y copar el único territorio que falta para la hegemonía total de Alianza País. La principal arma no serán los recortes de los recursos presupuestarios ni los comités de la revolución ciudadana o cualquier otra arma clientelar a la que históricamente se ha recurrido con distintos ropajes populistas. Probablemente el artefacto nuclear del ataque sea el contenido de la Comisión de la Verdad, que reposa en Carondelet hasta el momento propicio. ¿Será el tercer aniversario? 2010 empieza con una gran ofensiva de un gobierno herido por el inesperado acuerdo político que lograron los bloques legislativos en el tema de la ley de Comunicación. No era mucho, pero estuvo fuera de librero. Por eso asimiló el golpe y respondió con eficacia atacando flancos débiles como la presunta conspiración que enloquece a Lucio, el contrato del aeropuerto de Quito calificado como el mayor atraco de la historia y, respecto de Nebot, como decía el guatemalteco Monterroso, deberá ser ubicado en el destierro, encierro o entierro.