En Atahualpa se buscan pistas del origen de males cardiovasculares

Mauricio Zambrano, coordinador del proyecto Atahualpa, muestra los equipos. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO

Mauricio Zambrano, coordinador del proyecto Atahualpa, muestra los equipos. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO

Mauricio Zambrano, coordinador del proyecto Atahualpa, muestra los equipos. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO

En 1948, Framingham se convirtió en el corazón de una investigación en salud. Los científicos aprovecharon el establecimiento de la compañía Ford en este pueblo de Massachusetts, en EE.UU., para analizar factores asociados a enfermedades cardiovasculares en 5 000 de sus residentes.

Atahualpa, en Santa Elena, es un Framingham local. En la parroquia rural de unos 4 000 habitantes, investigadores de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES) buscan el origen de las enfermedades crónicas no transmisibles (ENT), estudio que por primera vez se enfoca en una población latinoamericana.

“Hay datos de ese tipo, pero de EE.UU. y Europa. Los factores de riesgo son distintos por genética y herencia. Queremos esclarecer las características de esas enfermedades en nuestro medio, para trabajar en prevención”, explica el neurólogo Óscar del Brutto, director del Proyecto Atahualpa.

Hasta ahora han detectado una dieta rica en omega 3 por el consumo frecuente de pescado, que beneficia la salud cardiovascular. Pero también hay factores en contra, como la extracción de piezas dentales que afecta al cerebro.

Los males cerebrovasculares y cardiovasculares, la diabetes y el cáncer son parte de las ENT. La Organización Mundial de la Salud calcula que por su causa mueren 40 millones de personas cada año, el 70% de fallecimientos en el planeta.

El organismo las etiqueta como la epidemia del siglo y advierte el peligro que representan para América Latina por no estar lista para afrontarlas.

En el país, una ENT ocupa el primer lugar de las causas de muerte. El infarto agudo al miocardio acabó con la vida de 6 100 ecuatorianos en 2016; le siguió la diabetes, con 4 500 fallecimientos; y el accidente vascular encefálico está entre las primeras 15 causas de morbilidad, con 950 casos.

La parroquia Atahualpa, a una hora y media de Guayaquil, es reconocida por la confección de muebles de madera. Sus portales están cubiertos de aserrín y en casi todas las casas hay un taller de ebanistería.

El poblado fue elegido en el 2012 por la UEES como laboratorio por peculiaridades: raza homogénea -muy ancestral-, relativo aislamiento, sin migración y un estilo de vida en común. 860 atahualpenses, de más de 40 años, colaboran.

El coordinador del proyecto, Mauricio Zambrano, recuerda que el trabajo empezó con un censo de las 97 manzanas.

Los seleccionados pasaron por pruebas médicas, algunas realizadas en el Centro de Apoyo Comunitario, construido por la UEES en la parroquia. Los casos positivos a enfermedades se derivaron a exámenes más específicos, como tomografías, resonancias magnéticas y polisomnografías.

Pablo Reyes, maestro carpintero, descubrió que tenía diabetes en un chequeo. También le detectaron enfermedad arterial periférica, por lo que le amputaron una de sus piernas.

El experto fabricante de muebles tipo Luis XV confiesa que ahora se conforma con ser ayudante en el taller de su hijo.

El Centro de Apoyo no entrega medicinas, ofrece orientación nutricional y sobre hábitos saludables. Detectaron que el alto consumo de pescado reduce el riesgo de hipertensión arterial entre los atahualpenses, mejora su función cognitiva y la calidad de sueño.

Del Brutto asegura que los pobladores tienen una buena asimilación de omega 3, quizá vinculada a los genes que mantienen de sus ancestros, los primeros habitantes de la Costa.

Herminia Vera tiene 66 años y cuenta que en las casas nunca falta el morenillo, el bonito, la albacora o el pescado de la época asado, en leña.

Si bien la dieta es favorable, ciertas prácticas causan complicaciones. Creen que el deterioro cognitivo y lesiones cerebrales se originan en extracciones dentales. En Atahualpa, la mitad de la población mayor de 60 años tiene menos de 10 piezas dentales. La extracción genera inflamación.

“Los brotes inflamatorios crónicos dañan las arterias del cerebro”, asegura del Brutto. Otras complicaciones, como los trastornos de sueño, están asociadas a características físicas de los pobladores, entre ellas el paladar elíptico.

180 publicaciones con estos resultados han sido difundidas en revistas científicas. Las paredes del centro exhiben los artículos en las revistas extranjeras Stroke, de la Asociación Americana del Corazón; y en The Lancet Neurology.

La UEES emitirá un informe a las autoridades de Salud, que servirá para aplicar estrategias de prevención. El Ministerio reporta unas 50 millones de consultas. El 73% son emergencias y citas por tratamiento; y solo el 27% es por prevención.El estudio local ya ha traspasado fronteras. Una zona rural de Chiapas, en México; y otra en el norte de Perú ejecutan estudios réplica.

En el país también se pueden hacer análisis comparativos, entre pueblos rurales. Ese plan es parte de los estudios longitudinales, para verificar asociaciones detectadas en el tiempo. Estas evaluaciones pueden durar cinco años o más; Framingham cumplió 70 años y aún genera datos.

En contexto

Las enfermedades crónicas no transmisibles que mayores causas de muerte provocan en Ecuador son infarto agudo al miocardio, diabetes y accidente vascular encefálico. Esta investigación de la UEES busca aportar con datos locales sobre sus causas.

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