El asesinato de un líder Tsáchila intranquiliza a la nacionalidad

Los miembros de la nacionalidad Tsáchila realizaron una marcha para exigir seguridad. Foto: Bolívar Velasco/ EL COMERCIO

Los miembros de la nacionalidad Tsáchila realizaron una marcha para exigir seguridad. Foto: Bolívar Velasco/ EL COMERCIO

Los miembros de la nacionalidad Tsáchila realizaron una marcha para exigir seguridad. Foto: Bolívar Velasco/ EL COMERCIO

Bolívar Velasco. Redactor

La marcha por la paz y la vida que concentró a 600 miembros de la nacionalidad Tsáchila de Santo Domingo, en el occidente del Ecuador, generó reacciones en las autoridades. De los 13 puntos de un pliego de peticiones que hizo la etnia para mejorar los niveles de seguridad en sus siete comunas, al menos una tuvo una respuesta inmediata.

Este martes 2 de diciembre del 2014 la gobernadora, Doris Merino, dijo que no se les renovaría el permiso anual de funcionamiento a los night club que funcionan en los accesos a los territorios tsáchilas. Señaló que esta decisión debería complementarse con la no entrega de permisos de uso de suelo, autorizaciones sanitarias y aprobaciones del Cuerpo de Bomberos. "Eso deben exigirlo a las demás autoridades".

Según el gobernador Tsáchila, Javier Aguavil, estos negocios estarían causando la inseguridad y atrayendo a personas desconocidas. Debido a eso, sigue Aguavil, se han visto obligados a decretar una suerte de ‘toque de queda’ a las 19:00 para que los habitantes no sean víctimas de atracos o asesinatos. Precisamente el pasado 24 de noviembre del 2014 un líder tsáchila fue asesinado con dos disparos en la comuna Chigüilpe.

Ese día los familiares de la víctima encontraron su cuerpo en medio de las plantaciones de banano. También buscaron cerca de la zona a los posibles victimarios pero sin éxito. En los últimos cuatro años, seis tsáchilas han sido asesinados. La Policía aún investiga los casos.

Pero la población está indignada y exige atención urgente. La marcha de este martes fue la plataforma para solicitar la construcción de una Unidad de Policía Comunitaria, patrullajes continuos y la reubicación de cinco night club que atienden cerca de las comunas.

La marcha tsáchila inició con un ritual en la comuna Chigüilpe y de ahí avanzó hasta el parque Zaracay, cerca al Municipio, siguió a la Gobernación y finalmente en el comando la Policía. En este recinto una comitiva mantuvo un diálogo con la Gobernadora Doris Merino y el Comandante de la Policía, Pablo Aguirre. Los nativos reclamaron por la ausencia de los delegados de la Fiscalía y del Municipio.

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