Yerno de multimillonaria monegasca encargó su asesinato por la herencia

Foto de archivo tomada el 6 de mayo de 2014 de expertos forenses de la policía francesa mientras examinan un coche en la escena del crimen tras un ataque a la multimillonaria monegasca Helene Pastor, en Niza (Francia).  Foto: EFE

Foto de archivo tomada el 6 de mayo de 2014 de expertos forenses de la policía francesa mientras examinan un coche en la escena del crimen tras un ataque a la multimillonaria monegasca Helene Pastor, en Niza (Francia). Foto: EFE

Foto de archivo tomada el 6 de mayo de 2014 de expertos forenses de la policía francesa mientras examinan un coche en la escena del crimen tras un ataque a la multimillonaria monegasca Helene Pastor, en Niza (Francia). Foto: EFE

El yerno de la multimillonaria monegasca Hélène Pastor, asesinada en mayo en el sur de Francia, reconoció que había encargado el crimen, indicó el viernes el fiscal de Marsella, Brice Robin, afirmando que su móvil fue “la herencia”.

El yerno de Pastor, Wojciech Janowski, un empresario polaco de 64 años de edad, pagó por el crimen 200 000 euros (casi USD 272 626) en efectivo y regalos de un valor de unos 50 000 euros (casi USD 68 156).

El fiscal precisó que la hija de la víctima, Sylvia Pastor, libre de cargos, “descubrió” lo que su compañero había hecho durante los interrogatorios.

Siete personas fueron imputadas por el asesinato de Hélène Pastor y de su chófer. Entre ellas, además de Janowski, que encargó el crimen, figura su entrenador deportivo, que lo “organizó” , agregó el fiscal.

El fiscal de Marsella, Brice Robin, estimó que el móvil del crimen era “echar mano a la herencia” de Sylvia Pastor, la hija de Hélène Pastor.

Precisó que Sylvia Pastor, libre de todo cargo tras haber estado en detención preventiva, “descubrió” lo que su compañero había hecho durante los interrogatorios y “se siente traicionada”. “Está en un estado psicológico más que difícil”, acotó.

En total, siete personas fueron imputadas por el asesinato de Hélène Pastor y de su chofer, baleados el 6 de mayo en el sur de Francia y fallecidos pocos días después.

Entre los imputados, además de Janowski, que encargó el crimen, figura su entrenador deportivo, Pascal Dauriac, “verdadero organizador del crimen” , dijo el fiscal.

Los otros cinco son dos ejecutantes, el presunto autor de los disparos, “que rehusó hablar” durante los interrogatorios, su centinela, “que reconoció los hechos”, y tres intermediarios.

Robin había señalado el martes “movimientos financieros sospechosos” en las cuentas bancarias de Janowski, empresario polaco, director de la firma monegasca Firmus SAM, especializada en nanotecnologías y que ocupaba el cargo de cónsul honorario de su país en Mónaco desde 2007.

La hija de Hélène Pastor, Sylvia, fue puesta en libertad sin cargos el miércoles por la noche, tras ser detenida el lunes junto a 22 personas más. Diez personas más habían sido liberadas antes.

Hélène Pastor, de 77 años, y su chófer, Mohamed Darwich, de 64 años, fueron tiroteados y resultaron gravemente heridos el 6 de mayo frente a un hospital de Niza donde la millonaria iba a visitar a su hijo, Gildo Pallanca-Pastor, hospitalizado a raíz de un accidente vascular. Hélène Pastor y Darwich fallecieron a causa de sus heridas.

Janowski fue depuesto el viernes de su cargo de cónsul honorario de Polonia por la cancillería polaca, que invocó “la pérdida de su buena reputación”.

La función de cónsul honorario no se retribuye ni otorga inmunidad diplomática.

Desde hace varios días, la investigación estrechaba el cerco alrededor del yerno de Hélène Pastor.

Bomba en el principado 

En el principado de Mónaco, acostumbrado a las maneras aristocráticas y al brillo de las celebridades, el doble asesinato tuvo el efecto de una bomba e hizo circular los más dispares rumores.

A la policía, que pudo tomarle declaración en el hospital antes de su muerte, la multimillonaria monegasca le dijo que no tenía ninguna idea sobre los móviles del ataque.

Hélène Pastor era la heredera de un imperio inmobiliario monegasco fundado por su abuelo, el italiano Jean-Baptiste Pastor y ampliado por su padre, Gildo.

La familia Pastor esculpió en gran medida durante decenios el paisaje del principado, construyendo inmuebles de viviendas y oficina, cuya propiedad, sumamente lucrativa, conservaba.

Ese patrimonio produce ganancias astronómicas gracias a los altos alquileres cobrados, lo cual permite a los nuevos residentes radicarse en Mónaco, donde luego quedan exentos de impuestos a la renta.

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