Redacción Sociedad
Los cuatro teléfonos convencionales que en marzo de 2009 se instalaron en el dispensario del IESS de Chimbacalle (sur de Quito) están casi abandonados. Estos aparatos empezaron a funcionar ese mes, una vez que el Seguro suspendió la entrega de turnos por ventanilla y comenzó a reservar los cupos solo a través de un call center.
María Elena de Haya cuenta que en un inicio esos teléfonos servían de mucho, pero que ahora no sirven. La afiliada, de 45 años, se refiere a que las líneas siempre están ocupadas “o cuando contestan dicen que tal o cual médico ya está con la agenda repleta y no atienden”. Por situaciones como estas, los afiliados deben esperar hasta dos meses para hallar un turno o deben llamar incluso a medianoche, cuando las líneas se descongestionan.
De Haya pudo tomar una cita con el médico traumatólogo solo después de intentar por dos meses. En vista de que no obtenía un cupo y que los dolores en la rodilla aumentaban, acudió al dispensario que el Ministerio de Salud maneja en la Ferroviaria Baja, en el sur de Quito.
Allí le atendieron, pero le pidieron que se haga una ecografía que le costó USD 35. “Creo que eso no debe suceder, porque mensualmente aporto USD 51al IESS y debería al menos atenderme”.
Ella no es la única afectada. La madre de Yolanda Calvopiña tampoco puede atenderse con el ginecólogo. “Estamos llama y llama, solo suena y nadie responde”.
El director de este dispensario, Marco Torres, reconoce que sí existen quejas, pero asegura que se intenta mejorar las cosas poco a poco. “También hay personas que vienen a felicitarnos. Además, nosotros lo único que hacemos es recibir a los pacientes que nos remiten a través del call center”.
Las falencias también se sienten en el dispensario de Cotocollao, en el norte de la ciudad. Rosa Zanguano esperó dos meses para atenderse con un médico cardiólogo. Eso significó que al primer mes se le agoten las medicinas para la presión alta. Cuando aquello ocurrió se vio obligada a acudir a una farmacia particular y comprar los fármacos.
Zanguano cuenta que solo puede conseguir un turno cuando llama a la medianoche o en la madrugada. “Peso a esto, es mejor y no tenemos que estar parados toda la noche en las afueras del dispensario como pasaba antes”.
Informes emitidos por el IESS señalan que “más afiliados y jubilados del país acceden a citas médica por el call center”. El Instituto defiende este sistema y advierte que “las autoridades del IESS garantizan a sus asegurados que el sistema operativo de citas médicas por teléfono funciona con normalidad. Esto garantiza que accedan de manera ágil y sin inconvenientes a la atención de salud a la que tienen derecho”.
Al menos 60 operadores atienden las llamadas de todo el país, pero ayer se conoció que sí faltan médicos en los hospitales y dispensarios que maneja el Seguro.
Un informe del IESS revela que en Azuay hay un déficit de 21 médicos, en Bolívar 18, Cañar 10, Chimborazo 11. La falta de profesionales se repite en todas las provincias. La última contratación masiva que realizó el Seguro se fue en mayo de 2009.
Pese a ello, el director del Dispensario Central (centro de Quito), Dante Orellana, advierte que allí no tienen problemas. “Todo funciona con normalidad”, dijo. No obstante, también hay quejas de los asegurados en este centro.
Los número telefónicos
Las citas médicas a escala nacional se pueden tomar a través de varios número telefónicos. Allí están, por ejemplo, el 140, 161 ó el 1800 100 000.
El IESS también puso a disposición el número telefónico 161 para los chequeos básicos.
Este sistema se llama triaje médico. Es decir, una persona que tiene dolores estomacales, por ejemplo, se comunica con este número y el doctor da una guía básica de tratamiento.