En febrero y agosto hubo más asaltos a los clientes de bancos

Estaba parada en la fila para depositar USD  14 000 en la ventanilla de un banco. Aída L. llevaba el dinero en una bolsa. Mientras esperaba su turno, una persona de contextura gruesa, camisa y pantalón de tela se le acercó y ofreció su ayuda para depositar esa plata.

La clienta entregó la bolsa con todo el dinero, pues el supuesto empleado de la entidad bancaria le había dicho que era usuaria preferente y que su depósito lo tenía que hacer en el piso superior. Ella avanzó al lugar donde le indicó que le esperaría, pero nadie llegó al lugar.

Recién en ese momento se dio cuenta que le habían robado.
Inmediatamente avisó a los guardias de seguridad y estos a su vez a la Policía. La idea fue localizar al sospechoso y para ello los investigadores revisaron los videos de seguridad del banco y del ECU 911. Hasta la fecha, las investigaciones siguen y nadie ha sido capturado.

El robo a clientes de los bancos ha sido frecuente, pero los meses con más hechos en este año fueron febrero (15) y agosto (14). En 9 meses hubo 101 casos.

En el caso de Julia (nombre protegido), los agentes tampoco detuvieron a nadie. A mediados del 2013, una mujer que se hizo pasar como empleada bancaria le pidió los USD 900 que apenas había retirado.

Le dijo que verificará si hay billetes falsos, le pidió que ingrese a una oficina, pero la sospechosa no volvió más.

El personal llamó a los agentes, la denuncia ingresó a la Fiscalía pero hasta el momento no hay ninguna notificación. La afectada vive en Perú y de las tres veces que ha retornado al Ecuador recurrió a la Fiscalía, pero no ha conseguido nada.

Pablo Córdova, experto en seguridad de este tipo de hechos, alerta a los usuarios que “los empleados bancarios de cualquier institución financiera jamás abordan a los clientes para solicitarles depósitos especiales. Todos los depósitos se realizan por ventanilla”.

“Los clientes que manejan altas cantidades de dinero físico son blancos fáciles de la delincuencia”. Así lo menciona César Robalino, presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados del Ecuador: “existen personas amigas de lo ajeno que están chequeando las oficinas de cada agencia bancaria, a veces son damas y caballeros que están bien vestidos. Por eso las personas no sospechan de ellos”.

Según el Observatorio Metropolitano de Seguridad Ciudadana, en Quito, la Administración Zonal Norte es la más afectada. El 54,5% de los hechos se ha producido en esa área.

Las agencias bancarias proporcionan a sus clientes alternativas para asegurar sus fondos. Allí se cita, por ejemplo, la posibilidad de utilizar la banca en línea o electrónica para transferir o acreditar dinero.

Para acceder solo se requiere presentar la cédula de identidad y el agente bancario le entregará un usuario y la clave.
“Estas acreditaciones ayudan muchísimo para que el cliente no tenga la obligación de ir a un banco a realizar transacciones”, dice Córdova.

Además, se sugiere usar cheques de gerencia o los que son certificados. Para acceder a eso, el trámite no dura más de 5 o 10 minutos.

Para acceder a cualquiera de estas opciones siempre presente su cédula de identidad y el trámite debe realizarlo el titular de la cuenta bancaria.

Si en definitiva el cliente no usa estas alternativas y va obligatoriamente al banco puede pedir el soporte de la Policía.

Esta institución cuenta desde hace dos años con un servicio de traslado de valores que ayuda a la gente a sacar altas sumas de dinero y evitar los atracos tipo sacapintas. Según el Ministerio del Interior, 51 000 usuarios han solicitado este servicio y se han movilizado sumas de hasta USD 150 000.

Para acceder a este servicio gratuito debe acudir a la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) de su barrio y pedir que un agente lo acompañe.

De allí que los policías sugieren no utilizar cajeros que estén en zonas aisladas, en sitios poco iluminados o calles desoladas. Es mejor utilizar los que están en las zonas céntricas donde hay concurrencia de personas.

Además, antes de llegar a la fila o acercarse al cajero, tenga su tarjeta en la mano o en un bolsillo oculto, para evitar abrir la cartera o billetera y que en ese instante se le caiga algún documento y se desconcentre.

Antes de ingresar la tarjeta revise que el cajero esté en condiciones y que la ranura de inserción no tenga marcas ni roturas. Asegúrese que a su alrededor no haya personas, cámaras u otros dispositivos, ajenos a la entidad financiera, que resulten sospechosos. Y mientras digita la clave coloque su mano izquierda sobre el teclado, para proteger que nadie vea los números que digita.

Si no puede realizar el retiro, no pida ayuda a extraños es mejor cancelar la operación, hacerla en otro momento o en otro cajero. Solo puede consultar al personal de la entidad financiera y únicamente en caso de necesitar ayuda. Una vez retirado el dinero guarde bien la tarjeta y el dinero.

En contexto

El 23 de octubre, hombres fuertemente armados hicieron explotar dos blindados que trasladaban USD 3,7 millones a la Amazonía. Ese día, los policías detuvieron a dos personas. Las autoridades dijeron que uno de los cabecillas operaba en estas bandas desde 1996.

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