La mañana del 8 de noviembre del 2016 varios hombres le arrebataron USD 630 940 a un equipo de seguridad de traslado de valores, en los exteriores de un centro comercial.. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO
Veinte minutos antes del asalto al blindado, un hombre con un casco negro, a bordo de una motocicleta permanecía frente a la sucursal de una cadena de supermercados, en la avenida Francisco de Orellana, al ingreso de la ciudadela El Cóndor, en el norte de Guayaquil.
“El motorizado tenía una actitud sospechosa como si vigilara el lugar. Realizó tres vueltas a la manzana hasta que se parqueó en la esquina, pero no se bajó sino que seguía en el vehículo”, relató un testigo.
Cuando los custodios del vehículo terminaron de retirar el dinero de la cadena de supermercados, cerca de las 11:10, del 28 de septiembre de 2016, aparecieron tres desconocidos. Amedrentaron a los celadores con armas de fuego, uno apuntó con una pistola en la cabeza de un guardia y les quitaron los sacos con el dinero.
Dos huyeron en un auto café mientras que el tercero se subió y escapó con el hombre de la motocicleta. Los individuos se llevaron USD 540 000.
Dos meses después otro asalto a un blindado se registró en el norte del Puerto Principal. La mañana del 8 de noviembre varios hombres le arrebataron USD 630 940 a un equipo de seguridad de traslado de valores, en los exteriores de un centro comercial.
En esa ocasión el robo fue cinematográfico. Los asaltantes lograron ingresar hasta el parqueadero del recinto comercial donde estaba el vehículo de valores, vestidos con uniformes de un negocio de venta de comida rápida de este sitio. Atacaron a los guardias que sacaban el dinero del centro hacia el blindado y huyeron en un carro rojo.
El sonido de los disparos alertó a los clientes del centro comerciales que esperaban en la parte exterior de este sitio para ingresar. Aún no había atención, eran cerca de las 09:30.
Estos hechos delictivos han dejado pérdidas millonarias. Sumado a dos robos más a agencias bancarias ocurridos en Guayaquil durante los dos primeros meses de este 2017, suman ya más de USD 1 200 000 lo asaltado durante cinco meses.
En el asalto del 8 de noviembre, los guardias no habrían verificado los documentos de quienes ingresaron por la puerta de servicio, dijo Edison Barrera, comandante de la Policía, en la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón).
A esa hora el lugar estaba cerrado al público y se debió haber controlado todos los ingresos fustigó Barrera. “Es una falla de seguridad en los procesos y protocolos que ellos deben seguir. Este un espacio privado en que la seguridad les corresponde a ellos”.
A esto se suma que las empresas de custodia de valores no estarían cumpliendo con ciertos mecanismos estipulados en acuerdos ministeriales, como la colocación de cámaras internas que están conectadas en tiempo real con sus consolas de seguridad.
Adicional, las fundas de dinero deben tener un chip con GPS para que puedan ser ubicadas luego de ocurrido el hecho, explicó el experto en seguridad, Galo Estrella.
Según las investigaciones de la Policía, en la mayoría de estos casos hay fuga de información, debido a que los asaltantes conocen el momento en que el blindado retiraría el dinero o cuando en las agencias bancarias hay pocas seguridades.
En los asaltos a bancos, los armados primero analizan la vulnerabilidad y los horarios en los que hay dinero en las bóvedas. Una vez que conocen las horas en las que llegan los blindados para recogerlo planifican con labores de inteligencia el robo.
El 31 de enero de 2017, dos personas se hicieron pasar como clientes para someter a un guardia apuntar con un arma de fuego a los empleados y llevarse cerca de USD 10 000 de una agencia bancaria, ubicada en Mapasingue oeste, en el norte de Guayaquil.
Ni si quiera las instituciones públicas se han salvado. Diez 10 después del hecho suscitado en Mapasingue, las oficinas de BanEcuador, ubicadas el interior del Gobierno Zonal de Guayaquil fueron asaltadas por seis hombres que se llevaron USD 49 000.
Los asaltantes, según testigos, llegaron a una calle aledaña a la avenida Francisco de Orellana, en el norte de la ciudad, a bordo de cuatro motos y se hicieron pasar como usuarios de la oficina de Pasaportes del Ministerio de Relaciones Exteriores. Finalmente esperaron que se cierre la puerta principal para amedrentan a los cajeros de tres ventanillas que preparaban el dinero que sería llevado por un blindado a otra entidad.
La Policía no descarta que en estos hechos estén involucrados custodios, guardias o trabajadores de las entidades. En el caso del asalto registrado el pasado 8 de noviembre, se investigó a tres guardias de seguridad, dos del mall y un custodio del blindado.
El fiscal de Flagrancia, William Aguilar, informó que según el video de las cámaras de vigilancia los dos guardias del centro comercial, uno de ellos jefe de seguridad, estaban armados, pero no habrían actuado sino que salieron corriendo.
El 10 de noviembre de 2016, se capturó a cinco personas, quienes serían parte de la suouesta banda que estaría detrás de robos a carros blindados. El fiscal Walter Suárez, quien lideró el operativo, indicó que los detenidos habrían participado en el asalto registrado el 28 de septiembre y que parte de los aprehendidos también estarían involucrados en el robo en los exteriores del centro comercial.
Durante los 14 allanamientos que ese día realizó la Fiscalía se incautaron cinco autos, pero no se encontró el dinero sustraído en los dos asaltos.