Redacción Construir
Un viejo comedor de madera y una máquina para moler carne son ahora sus herramientas. El primero es la materia prima y la segunda sirve para dar la forma redonda a los tableros y crear las cabezas de los muñecos.
“Se hace de todo”, explica Bravo. Lo primero es cortar los tableros o la madera reciclada según la forma requerida. “La lijada es fundamental para que no queden astillas que puedan lastimar a los usuarios de los juguetes”.
A cada parte se le pone un sellador, pintura y barniz especiales que no son tóxicos. El proceso de secado es de un día.
En el proceso de unión de las piezas no se utilizan tornillos ni clavos, cuenta el artesano. “Usamos tarugos a los que pegamos con goma blanca”.
En cuanto a los precios se puede encontrar variedad. “Los juguetes van desde los USD 10 hasta los USD 38. Esto depende de la complejidad del juguete”.