Redacción Sierra Centro
Apenas los vehículos se estacionan se escuchan silbidos y gritos. Yolanda Unta pide que la ayuden a colocar en su espalda los bultos de astromelias y gladiolos para trasladarlos a uno de los puestos del mercado América, en el suroriente de Ambato.
Hace más de tres décadas se realiza los jueves y viernes una de las ferias de flores más grandes de la Sierra centro.
Nuevo horario
Desde este año, el horario de la feria de las flores cambió. Antes se realizaba en la madrugada del jueves. Esto dificultaba la afluencia de algunos compradores. Ahora, la venta se realiza en la tarde.
Los productores de flores que ofertan en el mercado América no están asociados a ningún gremio. El Municipio cobra USD 0,50 por el ingreso de los vehículos a la feria.
Desde este lugar, el producto que se cosecha en Patate, Píllaro, Baños, Tisaleo, Pelileo y Ambato se reparte a los mercados de Cotopaxi, Azuay, Los Ríos, Chimborazo y Pichincha.
Los campesinos primero apilan las flores para luego regatear el precio. Unta, de 35 años, cuida que nadie toque sus flores que fueron cosechadas en su propiedad ubicada en Píllaro.
Mientras rocía agua a las astromelias, cuenta que se dedica al negocio de las flores desde que tiene 7 años. Cada semana viaja a la feria que se inicia el jueves a las 14:00 y concluye a las 10:00 del siguiente día.
“Vengo con 60 paquetes. Espero vender todo para recuperar los USD 1 000 que invertí en abonos para la siembra”.
La fragancia de las flores se esparce por los pasillos de los puestos. Hay un bullicio intenso por las voces y los gritos de los compradores que llegan ávidos por conseguir las mejores cosechas.
En la feria hay amas de casa, sacristanes, monjas, dueños de floristerías y algunos enamorados. Joaquina Illugcha recomienda un ramo de rosas rojas para enamorar a una mujer.
“A nosotras nos gustan estos detalles. Si se deshojan los pétalos del girasol se puede saber si el amado le quiere o no”, bromea. Ella conoce los nombres de los productores y de los clientes fijos que llevan el producto para venderlo en las floristerías.
Mientras se cobija con un poncho grueso de lana, Illugcha oferta ramos de margaritas blancas y musitas, una flor de pétalos amarillos, morados y lilas. “Son el complemento ideal para hacer un lindo arreglo”.
Ella cosecha cada mes más 60 bultos de ilusiones en su chacra que está en el cantón Tisaleo. Este tipo de flores se usa en la confección de las ofrendas mortuorias y ramos para novias.
También dice que al mercado asisten más de 40 productores y que cada semana se mueven más de USD 8 000. Junto a Illugcha, Neptalí Lozada manipula con agilidad los crisantemos amarillos y blancos. Él vende en la feria hace 20 años.
Cuenta que las flores que más demanda tienen son las rosas, claveles, gladiolos y alelíes, que sirven para realizar los ramos que se usan en bautizos, confirmaciones, 15 años…
Los crisantemos y girasoles son otras flores apetecidas por su aroma y los vistosos colores de los pétalos. Según Lozada, el ramo de crisantemos cuesta entre USD 10 y USD 12 y los de girasoles a USD 8. Rodrigo Poaquiza, dueño de una floristería en Ambato, llega al mercado los jueves.
Él dice que vende flores en malla, unos ramos pequeños hechos con crisantemos, rosas y pequeños adornos blancos conocidos como aliento de bebé.
“Es una opción para clientes que tienen poco dinero pero que quieren llevar un detalle a su ser querido”. Poaquiza gasta cada semana USD 100 en flores.
Nelson Villacís, en cambio, guarda cinco paquetes de flores que se llaman pestañas y son parecidas a las rosas. A él le gustan mucho estas flores. Son sus preferidas, confiesa en secreto.
Ayer, la tradicional feria terminó en la mañana. Unta expresa que vendió cada paquete de gladiolos y astromelias en USD 10 y USD 12, respectivamente. “La siembra de flores es una tradición de familia. La próxima semana traeré más”, concluye la vendedora.