Iglesia católica pide sensibilidad a Macri ante pobreza en Argentina

Mauricio Macri participó del tradicional Tedeum en la Catedral de Buenos Aires. Foto: EFE

Mauricio Macri participó del tradicional Tedeum en la Catedral de Buenos Aires. Foto: EFE

Mauricio Macri participó del tradicional Tedeum en la Catedral de Buenos Aires. Foto: EFE

El presidente argentino Mauricio Macri recibió este miércoles 25 de mayo de la Iglesia un pedido de sensibilidad ante la pobreza al asistir a la tradicional misa por el día de la Revolución de Mayo en la Catedral de Buenos Aires en medio de un blindaje policial por temor a protestas.

“Pidamos perdón por nuestros pecados personales y sociales”, inició la ceremonia religiosa el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Mario Poli frente a Macri y sus ministros ante quienes abogó por “redoblar el esfuerzo y el servicio por los más pobres”.

Poli, cuyo antecesor fue Jorge Bergoglio, el actual papa Franciso, recordó en su homilía “la humillación” de la pobreza y pidió por que “todo argentino e inmigrante de buena voluntad tenga tierra, techo y trabajo, lo elemental”.

Según la privada Universidad Católica 1,4 millones más de argentinos cayeron en la pobreza desde que asumió Macri el 10 de diciembre. El estudio indicó que 34,5% de los argentinos son pobres sobre un total de 40 millones de habitantes.

“Que no nos paralicen las estadísticas, que no perdamos la sensibilidad ante el dolor de los más pobres, de escuchar y redoblar los esfuerzos ante las familias que sufren la humillación de carecer de lo esencial”, pidió Poli.

El obispo también reclamó a los dirigentes construir “espacios de diálogo”.

Macri viene de vetar una ley aprobada por el Congreso para restringir los despidos por seis meses reclamada por sindicatos que denuncian 155 000 despidos, 11 000 en el sector público, en medio de la caída del consumo y con una inflación anual que ronda el 40%.

En abril, la inflación ascendió a 6,7%, la más elevada para un solo mes desde 2002, según el indicador que difunde el Congreso basado en reportes privados mientras la difusión del índice nacional está suspendida bajo revisión metodológica.

Bomba 

“Sé que han sido meses muy difíciles pero nos dejaron una bomba a punto de estallar”, dijo Macri a Radio Nacional este miércoles antes de asistir a la Catedral metropolitana al responsabilizar a su antecesora la presidenta de centroizquierda Cristina Kirchner (2007-2015) por desequilibrios económicos.

Desde que asumió, Macri liberó el mercado cambiario, redujo los impuestos a las exportaciones agrarias y mineras, abrió importaciones e impulsó un brusco aumento de las tarifas de servicios de llegan al 900% en luz, agua, gas y transporte.

Luego de protestas y reclamos por vía judicial, el gobierno morigeró el ajuste de tarifas para algunos sectores sociales y regiones más desfavorecidos.

Macri se dijo “muy contento por como marchan las cosas” pese a que las estadísticas van a contramano de su objetivo de lograr “pobreza cero”, consigna con la que llegó a la presidencia por una coalición de centroderecha.

El gobierno sostiene que la economía mejorará en el segundo semestre, cuando estima podrá exhibir un índice inflacionario en retroceso y signos de reactivación económica.

“El sinceramiento (ajuste) de la economía ha sido muy duro, pero el segundo semestre va a ser mejor, la inflación va a bajar dásticamente, vamos por el camino correcto”, aseguró.

Plaza blindada

En los alrededores del templo situado frente a la Plaza de Mayo, policías antimotines mantuvieron cerrado con vallados el ingreso al paseo en un doble cordón policial que aisló la Catedral y la Casa de Gobierno por temor a incidentes en un inusual operativo de seguridad.

Cooperativistas habían amenazado con instalarse en el paseo público desde el viernes por la noche cuando protagonizaron una marcha contra cesantías y por mayores recursos para un centenar de programas en la ciudad de Buenos Aires.

“¡Abran la plaza que es de la patria!” vociferaban algunas personas a los policías antimotines desde los vallados que impedían el ingreso a la Plaza de Mayo, constató una periodista de la AFP.

Decenas de familias, vendedores de escarapelas y hasta de globos miraban desconcertados el vallado que dejó vacía la plaza de Mayo tradicional epicentro de los festejos patrios.

El temor a incidentes obligó a modificar a última hora el cronograma de actividades que preveía que el presidente encabezara un festejo en una plaza situada detrás de la Casa de Gobierno donde compartiría un locro (comida criolla) con ministros e invitados.

El evento se traslado a la residencia presidencial de Olivos (periferia norte).

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