Axel Kicillof, ministro argentino de economía. Foto: Agencia EFE
Los problemas que tiene Grecia para pagar sus deudas resaltan la urgencia de que haya un nuevo sistema financiero internacional que impida a los países en dificultades “caer en la trampa de la deuda externa impagable”, afirmó hoy el ministro argentino de Economía, Axel Kicillof.
Kicillof participó hoy en la sede de la ONU en una reunión de un comité que está estudiando los procesos de reestructuración de deuda soberana y la posibilidad de llegar a un marco internacional que los regule.
En una rueda de prensa posterior a su intervención, Kicillof fue consultado por el caso griego, a partir de las experiencias de Argentina, donde en 2001 hubo el cese de pagos mayor en la historia reciente y que afectó a compromisos por unos 81.000 millones de dólares.
“Me preocupa que la historia se repita”, afirmó el ministro al comparar el caso argentino y la asfixia financiera que tiene Grecia por la inminencia del pago de una serie de instrumentos de deuda que vencerán en los próximos días.
Aunque Kicillof evitó pronunciarse sobre si Grecia debería o no cubrir este vencimiento (“Suficiente tenemos en Argentina”, bromeó), dijo que el tema es “de permanente discusión” en las reuniones internacionales.
“La arquitectura financiera internacional es deficiente, porque termina pidiendo más a los que más necesitan y a los que deberían prestarle”, agregó el alto funcionario argentino.
Argentina viene promoviendo un nuevo marco legal internacional a partir de las lecciones propias que ha sacado por la demanda planteada en tribunales de Nueva York por un grupo de “fondos buitres” que reclaman el pago de bonos soberanos en cese de pagos que no fueron reestructurados después de 2001.
Al hablar del caso de Grecia, Kicillof dijo que hay países más vulnerables porque aunque hace poco “eran ejemplo de bienestar” ahora tienen altos niveles de desempleo.
“Es un drama social que a veces preocupa menos que el propio vencimiento” de la deuda, insistió “Es una situación sistémica”, dijo, y señaló que algunos países hayan caído “en la trampa de la deuda externa impagable y las imposiciones que se suceden en esta situación”.