SAN SALVADOR, AFP
Ágiles y voladoras ardillas de color gris invadieron diferentes ciudades y zonas agrícolas de El Salvador. Arrasaron con todo tipo de frutas, ante la preocupada mirada de los campesinos. Sin embargo, los ecologistas las defienden y argumentan que “luchan por sobrevivir”.En muchas zonas de San Salvador y del interior del país, las inquietas ardillas que atraen la mirada de los niños, se reproducen con gran facilidad y comen mangos, aguacates y otras frutas tropicales cultivadas en el campo. “En San Salvador la domesticación y la urbanización de las especies como las ardillas es casi generalizada porque luchan por sobrevivir. No hay colonia que tenga árboles que no estén habitados por ardillas”, declaró el director de la Unidad Ecológica Salvadoreña, Ángel Ibarra.El ecologista recordó que la ardilla gris (Sciurus carolinensis) es un roedor que se desplaza entre las ramas de los árboles a una impresionante velocidad debido a que las largas uñas que tiene en sus dedos que le permiten una buena sujeción. Las patas delanteras le permiten al mamífero sujetar y pelar las frutas con gran facilidad.“Las ardillas están emigrando para encontrar frutas para alimentarse, es decir que buscan sobrevivir y muchas veces lo hacen en escenarios y climas que no son propios de esa especie”, declaró por su parte el agrónomo Samuel Portillo.Para Ibarra, las ardillas “se han urbanizado” ya que ese país desde la colonia afronta una destrucción de sus bosques originales, en un primer momento para dar paso al cultivo del añil y luego a granos básicos. A la emigración de las ardillas también se sumaron aves como los pericos y la paloma, entre otras especies.