Antonio Posso: ‘Hay desesperación por la crisis que complica el modelo’

Antonio Posso, asambleísta de Imbabura por el partido Avanza, lista 8.Foto: José Mafla/ EL COMERCIO

Antonio Posso, asambleísta de Imbabura por el partido Avanza, lista 8.Foto: José Mafla/ EL COMERCIO

Antonio Posso, asambleísta de Imbabura por el partido Avanza, lista 8.Foto: José Mafla/ EL COMERCIO

¿Cómo ve la lectura que el oficialismo ha hecho de la movilización del 19 de marzo?

Hay una apreciación que no se ajusta a la verdad. Se dice que hubo poca gente, que eran los mismos “tirapiedras” y eso no fue así. Hubo una presencia masiva, multitudinaria. Y no es que los convocantes -el FUT y la Conaie- sean los verdaderos líderes. Ya se convirtió en una acción de una ciudadana que, por varias razones, se ha expresado en contra de las políticas gubernamentales, la prepotencia, la intolerancia. Además, se suma la coyuntura de las salvaguardias y la crisis económica.

¿Por qué cree que se niega esta expresión ciudadana cuando se trata de una revolución que se denomina ciudadana?

Ahí está la incoherencia y la contradicción porque se pretende minimizar la movilización y eso no es justo. Además, la protesta y la resistencia es un derecho que le asiste a la ciudadanía. El propio Ministro del Interior ha reconocido ese tipo de derechos. No entiendo por qué lo minimizan. Deben aprender de Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, que ante las movilizaciones ha llamado al diálogo para poder encontrar soluciones a la crisis. Pero aquí no existe eso.

El Presidente dijo que en todos los países de izquierda en Latinoamérica está pasando por movilizaciones y comparó el caso de Brasil, pero también dijo que no dialogará con los organizadores de la marcha…

Esa es la contradicción. Aparte de que se minimiza el volumen de la protesta se niega la voluntad de diálogo.

¿Por qué no hay diálogo?

Por los niveles de prepotencia e intolerancia que son evidentes del actual Gobierno. Hay aspectos positivos del Gobierno, pero también lo negativo es que la prepotencia y la intolerancia tienen varias expresiones como el irrespeto a la gente, las sabatinas, el caso Bonil, la aplicación de la justicia desproporcionada.

Se refirió al derecho a la resistencia, pero llama la atención que el señor Presidente retó al Ministro del Interior por no haber más detenidos...

Es como buscar mayores niveles de represión, que haya presos, cuando en efecto las marchas generalmente por más pacíficas que sean siempre hay determinados brotes de violencia. Hay también infiltrados. Por supuesto no se puede justificar los actos de violencia, vandálicos, pero que fueron completamente aislados y que frente a eso se reclame más presos, no es coherente con un Gobierno que se dice democrático y de izquierda.

¿Cuánto se revela del verdadero pensamiento político del Gobierno?

Ahí se expresa una preocupación y hasta una desesperación por la crisis y que prácticamente está complicando el modelo económico y político. Las salvaguardias significan eso más allá de que puedan desde el punto de vista técnico ser una solución para potenciar la industria. Nadie está en contra de eso, pero también hay que advertir que son más de

2 800 ítems a esta nueva carga de carácter tributario que no afecta solo a los pelucones como se dice desde las esferas oficiales. Y eso motiva la expresión de protesta popular.

Hay más medidas...

Las medidas que se toman son muy parciales. Rebajar el salario de funcionarios no es la salida. ¿Cómo puede justificarse que se hayan triplicado los ministerios, la burocracia? La propaganda oficial que en determinados momentos atosiga. Con este tipo de medidas se puede solventar la crisis, pero eso no ocurre. La propaganda, para mí, en lugar de reducirse ha aumentado.

¿Se ha intentado discutir en la Asamblea estos temas?

En la Asamblea no hay posibilidad de un debate político de esta naturaleza. En estos días cuando unos sectores de la oposición pretendieron enfocar el tema de las salvaguardias, de la crisis, de las movilizaciones, desde la conducción de la Asamblea se cortó ese tipo de intervenciones indicando que no se suscriben al tema del orden del día. El debate está restringido y por eso su nivel de deterioro porque la Asamblea es una caja de resonancia de lo que ocurre en el Ejecutivo.

¿Cómo convive éticamente ante la disyuntiva de ser crítico y a la vez ser de Avanza, que es aliado al Gobierno?

No es difícil porque internamente en Avanza tenemos la libertad para el accionar político. Avanza es democrático. Apoyamos los aspectos positivos que viene del Gobierno y cuestionamos los aspectos negativos.

¿Usted se ha mostrado en contra de la reelección, pero Byron Pacheco es de Avanza y de la Comisión de Enmiendas y no parece tener el mismo discurso?

Respeto lo que hace Byron Pacheco, pero hay diferencias en las formas y en ellas está la riqueza del partido.

Pero si Avanza defiende el socialismo democrático, y cuestiona aspectos no democráticos del Régimen, ¿no hay una contradicción?
La concepción que tiene Alianza País difiere mucho de lo que pensamos nosotros. AP habla del socialismo del siglo XXI, que promueve el hiperpresidencialismo. El socialismo democrático construye una sociedad pluralista y democrática.

Pero Avanza es parte de Unidos junto a AP...

Si bien tenemos bastante sinergias con AP, también hay contradicciones profundas. No somos cogobierno. En Imbabura somos sus enemigos fundamentales. ¿Cómo podemos consolidar la agrupación Unidos cuando nos atacan todos los días?

"Reclamar más presos no es coherente con un gobierno que se dice democrático y de izquierda”.

Quién es
Legislador por Imbabura del Partido Avanza. Fue presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE) y rector fundador de la Universidad Técnica del Norte. Es doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación.

Su punto de vista

El Gobierno muestra sus contradicciones cuando interpreta las movilizaciones. Debiera reconocer la magnitud de la marcha y convocar al diálogo en lugar de minimizarlo. La prepotencia afecta la gestión.

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