Redacción Negocios
La reforma tributaria que prepara el Ejecutivo plantea un impuesto mínimo que provendrá del anticipo del Impuesto a la Renta (IR). La idea del Gobierno es que ese pago no esté sujeto a devolución en el caso de las empresas.
La propuesta del Gobierno no es nueva. Ya lo intentó el año pasado, pero tuvo que poner marcha atrás por su inconsistencia.
Propuesta de reforma
ICE. Como parte de la reforma tributaria, el Gobierno propone un cambio en el cálculo del Impuesto a los Consumos Especiales (ICE), en el caso de los cigarrillos, las bebidas con alto grado de alcohol y las gaseosas.
Divisas. La reforma plantea un incremento del impuesto a la Salida de Divisas, de 1% a 2%. Esta sería la segunda reforma al tributo, que en diciembre de 2008 pasó de 0,5% a 1%.
Reforma. La Asesoría Jurídica de la Presidencia de la República trabaja en el texto de la reforma tributaria que el Ejecutivo enviará a la Asamblea.
Recursos. Con los nuevos cambios, el Gobierno busca la manera de incrementar los ingresos tributarios.El anticipo del IR era objeto de devolución hasta finales de 2007, cuando se aprobó la Ley de Equidad Tributaria, que fue la primera reforma que impulsó el Régimen en esta materia.
Antes de la Ley, los contribuyentes que tenían un impuesto causado inferior al anticipo podían pedir al Servicio de Rentas Internas una devolución.
Durante 2008, el anticipo que los contribuyentes pagaron en julio y septiembre de cada año no tuvo una devolución, hasta que a finales de ese año se aprobó otra reforma. Esta permitió la devolución de una forma indirecta, a través de notas de crédito que pueden ser utilizadas en los próximos cinco años para pagar el IR. Esta modalidad se denomina crédito tributario. Esa fue una reforma razonable para el sector empresarial.
Roberto Aspiazu, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano, considera que el impuesto mínimo sería volver al esquema anterior, que recibió tantas críticas en su momento. “Preferimos el crédito tributario a lo que ahora plantea el Gobierno”. Paradójicamente, en mayo pasado el SRI publicó un instructivo para la devolución .
El consultor tributario Ricardo Mateus explica que en ese instructivo el SRI pone las reglas claras para la devolución: las empresas deben demostrar que tuvieron pérdidas en el ejercicio económico, que las retenciones fueron superiores al Impuesto a la Renta causado y la empresa debe hacer, además, una proyección de ventas para el año.
Con la nueva reforma tributaria, la devolución del anticipo del Impuesto a la Renta habrá cambiado tres veces en tres años.
El experto tributario Carlos Calero critica el hecho de que el Gobierno quiera de nuevo introducir cambios al anticipo. “Administran los tributos como si todo el mundo evadiera el pago y no es así”, comenta.
Calero agrega que el Régimen debiera eliminar el pago adelantado del Impuesto a la Renta, porque el artículo 165 de la Constitución establece que el Estado solo debe cobrar los impuestos de manera anticipada en situaciones de excepción o de emergencia. “Eso es inconstitucional y se debe eliminar”.
Con el impuesto mínimo, el Gobierno espera recaudar USD 200 millones adicionales. De hecho, en los primeros cinco meses del año la recaudación por los anticipos del IR bajó un 6% en comparación con el mismo período de 2008. Estas cifras se dan en medio de la incertidumbre de las empresas por la crisis económica.
Pablo Aguirre, experto tributario de PriceWaterHouseCoopers, opina que la recaudación tributaria subirá, pero se corre el riesgo de cobrar un impuesto que no es real. “Los tributos se deben gravar en función de las ventas de las empresas, no de una presunción”.
De todas maneras, Aguirre comenta que los impuestos mínimos para las empresas no son prácticas inusuales en otros países. El ejemplo más cercano es Colombia, que tiene un tributo mínimo a las ganancias.
El presidente Correa justifica la reforma en el sentido de que las compañías utilizan infraestructura pública gratuita.
Según Elsa de Mena, existe una confusión en el tema. La ex directora del SRI dijo, en una entrevista radial, que el cobro de impuestos no tiene nada que ver con los servicios públicos. Las tasas, por el contrario, sí tienen relación con el uso de la infraestructura.
La ex funcionaria agregó que el plan gubernamental de redistribuir la riqueza a través del cobro de impuestos no tiene piso porque esa meta tiene más que ver con un gasto fiscal efectivo.
Punto de Vista. Wilson Ruales/ Experto
‘El impuesto es un nuevo error’
El impuesto mínimo ya estuvo previsto en la Ley de Equidad Tributaria de 2007, pero en 2008 ocurrió una reforma. Se dieron cuenta de que estaban en un error y establecieron que el exceso del anticipo del Impuesto a la Renta debía ser objeto de devolución, porque no era correcto cobrar un tributo inexistente.
Ahora el Gobierno quiere incurrir en ese error. El argumento es que las empresas deben pagar un mínimo por la infraestructura que utilizan. Con esto se desconoce que las empresas ya pagan una serie de impuestos, por ejemplo, el del 1,5 por 1 000 sobre los activos totales, el impuesto a las patentes que se paga según el patrimonio.
También deben hacer aportes a las superintendencia de Compañías o de Bancos y los impuestos a los vehículos.
Posiblemente el Gobierno plantea esta medida porque está necesitando más recursos para financiar el gasto. Valdría la pena que la administración reflexione al respecto, porque para aumentar de manera significativa las recaudaciones debe incentivar la inversión.
Mayor inversión genera más producción, más ingresos. Con eso subirán las recaudaciones de todos los tributos.
Con el impuesto mínimo, tal como se plantea, el Gobierno no va a conseguir más dinero en la caja fiscal, sino un mayor número de empresas liquidadas, en especial de aquellas que tienen pequeños márgenes de utilidad bruta sobre las ventas. Esas son las compañías que no resistirán la imposición de un tributo sobre bases irreales.