Andrés Mompotes: ‘En la frontera hay un problema profundo’

Andrés Mompotes, subdirector de El Tiempo-Bogotá. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Andrés Mompotes, subdirector de El Tiempo-Bogotá. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Andrés Mompotes, subdirector de El Tiempo-Bogotá. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Entrevista a Andrés Mompotes, subdirector de El Tiempo-Bogotá.

¿Qué hacer tras la violencia desatada en la frontera Ecuador-Colombia?

Esta es la oportunidad para poder encontrar y mirar las lecciones que acabamos de sufrir, para que no se vuelvan a repetir y para que se visibilice el origen de todo lo que sucedió. Lo que pasa en la frontera entre Ecuador y Colombia es una problemática profunda, grave, complicada, que no solo compete a los militares sino a los creativos de los dos países para lograr una solución a un conflicto que tiene raíces profundas en la pobreza, en la delincuencia, en el abandono estatal. Eso es lo que está detrás de todo esto.

¿Por qué en el caso ecuatoriano se llegó al extremo de tener un coche bomba, cuatro marinos muertos, un equipo periodístico secuestrado y asesinado y dos plagiados más?

Es que hay muchas hipótesis que necesitamos destapar desde el periodismo. Pero no tenemos el acceso suficiente a lo que está sucediendo detrás de esos hechos. Eso hay que buscar.

¿Colombia no alcanzó a ver lo que se venía después de la firma de la paz?

Evidentemente hubo una reorganización de las luchas del poder luego de que las FARC salieron y entregaron las armas. Pero el narcotráfico, en sí, no se ha ido y nunca se irá de nuestros países, si no se afronta desde la raíz profunda. Y ese narcotráfico se está pasando a la frontera con Ecuador. En algún momento esto iba a estallar.

¿Qué pasó con la promesa de los gobernantes de Colombia de que la paz de ese país iba a beneficiar también a Ecuador?

Creo que hubo exceso de confianza frente a que un acuerdo signifique por sí mismo la llegada de la paz. El acuerdo con las FARC es un acuerdo de entrega, de desmovilización, pero la paz es una construcción más profunda, que no tiene que ver solo con dejar las armas. La paz tiene que ver con acabar con los factores que generan esos conflictos de desigualdad, de inequidad profunda que hay en zonas donde se nota aún más este problema.

Ahora, ¿qué hacer desde el periodismo?

El periodismo debe mantenerse firme, lograr redes de comunicación, encontrar formas para enfrentarse al riesgo, pero no dar un paso atrás en esto.

¿Qué apoyo debe recibir de la sociedad?

La sociedad también tiene que entender que ese periodismo que se hace en función de revelar los riesgos de la frontera no es solo papel del periodista sino de toda la sociedad. Si la sociedad no contribuye a que la información difundida se convierta en una herramienta de transformación, ese periodismo va a ser en vano.

¿El mensaje es entonces seguir mostrando la realidad de la frontera norte?

El mensaje es que los periodistas se mantengan firmes y evitar que eso no genere silencio. El silencio de los periodistas es darle una victoria a los delincuentes. El silencio de la prensa sería permitirle a los delincuentes sentir que han ganado algo.

Suplementos digitales