El interés o desinterés que existe por los actos programados dentro de la agenda de fiestas por el aniversario 481 de la Fundación española es generacional. Habrá a quienes les haga falta el palo encebado, la carrera de ensacados o la fiesta con orquesta en la plaza o parque del barrio. Otros añorarán lo masivo, aquellos farrones en La Carolina, la Rodrigo de Chávez o la Amazonas y los desfiles de la Confraternidad en la av. De los Shyris, motivo para que las familias del centro, norte o sur, armen su pequeño paseo.
Otros, en cambio, rememorarán la farra en las discotecas y peñas que anunciaban la presencia de artistas exclusivos traídos para las fiestas decembrinas y, por último, rodeados de polémica estarán los asiduos al ‘Coso de Iñaquito’ a presenciar las corridas de toros , primer acto, de tardes y noches de celebración con recorridos culinarios y bailes; ahora, la fiesta taurina está en la Plaza Belmonte.
En estos días, se han vertido comentarios, en radios principalmente, de que las fiestas están frías; de que no se siente el ambiente festivo. El Municipio hace lo que le corresponde, lo que ha hecho desde más de cuatro décadas: organizar el festejo con desfiles, bailes, música y actos donde se “recupera” la tradición. Este año se hace hincapié en expandir el festejo, incorporar a lo barrial en la celebración y apostar a los eventos masivos, como los de Quitonía o La noche de parques y plazas. Aun así, el festejo para muchos seguirá siendo frío. ¿Hay una estrategia que logre que los festejos de diciembre, por fuera de la polémica de toros o de la misma fundación, se mantengan vigentes ? Las respuestas serán variopintas. Incluso, habrá algunas que señalarán la intrascendencia del tema.
Lo que queda para el análisis o el debate es que al concepto de fiestas o de festejo de diciembre le hace falta una suerte de modernización, en el sentido de que la visión supere lo artístico y cultural e incluya nuevas propuestas marcadas por el crecimiento urbano y su incidencia en la cotidianidad y lo generacional. La ciudad sufre por los grafitis. ¿Por qué no captar esa creatividad en el festejo?