Redacción Política
¿Cuál es el verdadero encargo que debe cumplir una constitución en la vida política y jurídica del país? A decir de las principales reflexiones que resalta el libro ‘La Constitución Ciudadana’, publicado por editorial Taurus, esa meta es la limitación del poder, la misma que se alcanza otorgándole más derechos al ciudadano y menos competencias al Estado.
Este libro reúne el análisis minucioso de 13 juristas reconocidos en el país sobre el contenido de la Carta Política vigente. Este documento sugiere también que los objetivos que cualquier constitución debe perseguir son el trascender en el tiempo, sortear los avatares de la política y darle estabilidad a la sociedad.
Para tal efecto, una constitución que se precie de ser durable deberá detallar la serie de derechos encaminados a proteger al ciudadano, de cualquier tipo de acción arbitraria ejercida por quienes detentan el poder.
El prólogo de este documento resalta además algunos criterios sobre el papel que las fuerzas políticas reunidas en Montecristi le encomendaron a la actual Constitución ecuatoriana. ¿Es una Constitución para el futuro? Posiblemente no, sostiene el compilador del texto Diego Pérez, si se la analiza desde una perspectiva caudillista. Al ser concebida la actual Carta Política, como una fotografía de la realidad que Ecuador vivía a inicios de 2008, es muy probable que este documento responda más al proyecto que encarna la figura del presidente Correa que a un desafío histórico.
El libro ‘La Constitución Ciudadana’ es un compilado de una docena de trabajos académicos realizados por Ernesto López, el peruano Domingo García, Rodrigo Jijón, Jorge Zavala Egas, César Coronel Jones, César Coronel Ortega, Diego Pérez, Hernán Pérez Loose, María Amparo Albán, Vladimir Serrano, Farith Simon, Marena Briones y Fabián Corral.
A través de los distintos ensayos, cada uno de estos juristas aborda la temática constitucional desde un eje diferente. Es así que el libro reúne reflexiones importantes como los esquemas de control y procedimiento constitucional que depara la Carta Política.
También se pone un énfasis particular en los cambios de la administración pública y en el nuevo sistema de organización territorial que desde el Estado ha sido replanteado.
El análisis de Diego Pérez se enfoca al nuevo régimen presidencialista que propone la Constitución del Ecuador, mientras que Fabián Corral se concentra en puntualizar las paradojas que rodearon su debate y articulación. En ese sentido, se refiere a ese carácter fundacional que le pretendieron dar a una Carta Política, en el marco de una asamblea dotada de plenos poderes.
También se incluyen dos análisis, uno sobre el alcance ambiental que pretendió imprimir la Constitución, y otro que se adentra al concepto del Buen Vivir.
Entrevista
Diego Pérez/ Jurista y compilador del libro
‘Es a imagen del líder del momento’
¿La actual Constitución fue hecha para los ciudadanos?
Se trata de una Constitución tradicionalmente ecuatoriana, en el sentido de que en el país ha existido siempre la tradición de que cada líder político busca fabricar una Constitución a su imagen y semejanza. Por otro lado es al revés, ya que las constituciones siempre deben servir para proteger al ciudadano del poder y no viceversa.
¿Cuál es el aporte más importante que realiza la actual Constitución?
Es, sin duda, una Constitución muy generosa en cuanto a los derechos que contiene. También es una Constitución muy novedosa porque incluye muchas instituciones que no son conocidas por el derecho constitucional occidental, como es el caso de los cinco poderes del Estado.
¿Qué le hace diferente de la anterior?
Se trata de una Constitución garantista de derechos, por un lado, y que privilegia al poder político, por otro. Ambos conceptos son excluyentes, porque en los sistemas en los que el poder político se desborda, la víctima es el ciudadano.
¿Cuáles son los aspectos más difíciles de cumplir que tiene esta Constitución?
Yo creo que el mismo concepto del buen vivir, que es su eje fundamental, es de imposible consecución. Es utópica, casi onírica.
¿Cuántas leyes es necesario aprobar para aplicar toda la Constitución?
Como la Constitución, de aplicarse en la práctica, supone un viraje total en muchos aspectos, las leyes que se deberían aprobar para que encajen con el texto constitucional son decenas.