El título de este análisis pudiera confundir, pero se trata del camino que puede llevar a un país a lograr metas productivas. Esta ‘hoja de ruta’ fue presentada ayer en Quito, por Conrad Van Igel, en la denominada Primera Cumbre de Educación, Tecnología, Innovación, Emprendimiento y Talento Humano.
La articulación de la ciencia con la investigación para crear conocimiento (I), conjuntamente con el desarrollo (D) de tecnología e innovación (i), para promover la creatividad y el valor agregado, pueden desencadenar en nuevos emprendimientos (e), con alta potencialidad de generar impactos sociales y económicos.
Actualmente, Ecuador se encuentra en un proceso impulsado por el Gobierno (cambio de la Matriz Productiva), que busca pasar de una economía extractivista, a otra sustentada en el desarrollo del conocimiento. Un proceso en el cual, la participación del sector público, empresas privadas y Academia es fundamental, pero que también debiera intervenir la educación técnica y tecnológica superior, que aporte con mano de obra calificada.
Al respecto, en esta cita, el ministro coordinador de Conocimiento y Talento Humano, Guillaume Long, compartió datos.
Por ejemplo, que se reconvertirán 40 institutos tecnológicos, con una inversión superior a los USD 300 millones; que se potenciarán los actuales institutos de investigación, para que sean un real apoyo del sector productivo. Y para ello, indicó Long, algo que se hizo fue revisar el escalafón de los investigadores y sus salarios oscilan entre los 1 600 y 5 500 dólares. También, destacó los aportes de las universidades Yachay, Ikiam, De las Artes….
Pero en la hoja de ruta de la ‘I + D + i + e’, el país tiene retos, entre ellos, superar una incipiente base de desarrollo tecnológico, fortalecer encadenamientos productivos, lograr especialización empresarial y sobre todo, definir con claridad las estrategias y metas en el desarrollo de ciencia y tecnología. Por lo que el camino es largo todavía.