EL ALZA SALARIAL Y SUS IMPACTOS

Ya es una costumbre. Con el fin de un año se analizan y revisan los salarios de acuerdo con distintos sectores de la economía. Se volvió una práctica común que si no existe un acuerdo entre las partes empresarial y laboral sea el Estado el que termine fijando los incrementos.

A nadie escapa que un alza puede traer beneficios inmediatos en la economía familiar, pero no siempre estos incrementos son sustentados técnicamente, toda vez que no existen estudios que los aconsejen ni están necesariamente en relación con el Producto Interno Bruto per cápita ni con los niveles de inflación, de acuerdo con la voz especializada del Observatorio de la Política Fiscal.

La reportería de EL COMERCIO determina que los impactos del alza salarial son disímiles en cada sector productivo. Y que tampoco el aumento salarial puede trasladarse de modo proporcional al consumidor final. Así, los sectores textil, de la construcción y el agro tienen una composición de sus costos de producción donde el ingrediente salarial tiene un alto peso porcentual. Tampoco el impacto es uniforme en todas esas actividades: todo depende del tamaño de cada empresa o unidad productiva.

Lo ideal y deseable es crear las condiciones para la inversión y para mejorar la productividad, para de este modo multiplicar la generación de fuentes de empleo. Solo cuando haya más empresas y produzcan más y mejor, el salario no dependerá solo de la imposición estatal.

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