En el 2013 AP resultó primero en 200 cantones y ahora en 137. Creo-SUMA se impuso en 82, y en 2013 solo en siete. Foto: Archivo/ EL COMERCIO
El candidato presidencial del oficialismo, Lenín Moreno, obtuvo el primer lugar en las votaciones en 137 de los 221 cantones del país, en los comicios del pasado 19 de febrero.
Aunque esos resultados lo ubican como el triunfador, también evidencian un retroceso en Alianza País (AP) respecto a las elecciones presidenciales del 2013. Ahí Rafael Correa ganó en 200 cantones.
El panorama fue diferente para Guillermo Lasso, de la alianza Creo-SUMA. Alcanzó el segundo lugar como fuerza política al triunfar en 82 cantones. Hace cuatro años había ganado únicamente en siete jurisdicciones.
La diferencia también se constató en el número de votos. En el 2013 Correa alcanzó 4 918 482, mientras Moreno ahora logró 3 716 343, es decir 1 202 139 sufragios menos. Lasso subió de 1 951 102 a 2 652 403.
Sin embargo, la distribución de la votación presidencial fue diversa entre las regiones. En la Costa, el candidato de AP fue el más votado en 79 de sus 84 cantones; el líder de Creo triunfó únicamente en tres; y la socialcristiana Cynthia Viteri fue la más votada en dos.
La provincia de Manabí fue la que le dio el mayor respaldo al oficialista a nivel nacional con el 53,99% de los votos. En cantones como Manta, Pedernales, Jaramijó, Jama y Montecristi alcanzó una votación superior al 60%.
Moreno logró en Guayas un respaldo del 38,77%. En Guayaquil, el cantón con más electores del país, el postulante de AP obtuvo el apoyo del 35,29% de los ciudadanos. Con esa cifra se impuso sobre Lasso y Viteri, quienes obtuvieron el 22,05% y 28,91%, respectivamente.
En la Costa, Lasso únicamente ganó en Samborondón (Guayas) y en Las Lajas y Portovelo en El Oro. Viteri lo hizo en Atahualpa y Zaruma en la provincia bananera.
La analista política Patricia de la Torre cree que AP consolidó un alto respaldo en los cantones costeños por su capacidad de respuesta a la tragedia del terremoto. Además de la aplicación de políticas sociales y la dotación de infraestructura como hospitales.
En la Sierra y Amazonía, explicó, hubo una división en el movimiento indígena, además del malestar por las afectaciones económicas tras la caída del precio del petróleo. Agregó que a Lasso le benefició las alianzas con grupos locales como Juntos Podemos, del prefecto azuayo Paúl Carrasco.