Alfonso Saquipay fomentó el turismo comunitario en Tarqui. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO
Lineida Castillo. Redactora
(F-Contenido Intercultural)
Las paredes de adobe de la vivienda de Alfonso Saquipay están adornadas con instrumentos musicales y cuadros de paisajes andinos. La música y el turismo son sus pasiones y su labor fue premiada.
El pasado 3 de noviembre recibió un reconocimiento y asegura que no lo esperaba. En la sesión solemne por el aniversario de la Independencia de Cuenca le entregaron la insignia al Mérito Turístico.
Saquipay vive en la comunidad de Parcoloma, perteneciente a la parroquia rural de Tarqui, en el sur de Cuenca.
A sus 62 años es multifacético: artista, agricultor, fabrica instrumentos musicales y promueve el turismo comunitario. Tarqui es una zona rica en agricultura, ganadería y vegetación y sus habitantes mantienen sus tradiciones ancestrales.
Este emprendedor aprovechó esas riquezas para crear el Centro Cultural Kushi Waira (Vientos de suerte), en el 2001. Participan 20 familias de Parcoloma, que se organizaron para impulsar el turismo comunitario. Saquipay, quien deja el sombrero de paño solo para dormir, fue el mentalizador.
Cuando tenía 12 años aprendió de su padre David (fallecido) el arte de elaborar instrumentos como flautas, flautines, guagua pingullo, roco pingullo, rondador, chirimía… y de cantar. No tiene un taller, porque le encanta trabajar al aire libre.
Se sienta sobre una incómoda tabla, que improvisa como banca en el patio de su casa. La usa para trabajar. La caña guadúa, duda, cuernos de animales y cabuya son la materia prima.
Con herramientas sencillas como lijas, espátulas, cincel… da forma a los instrumentos. Un clavo caliente le sirve para perforar los huecos sobre la caña. De joven, ese hobby le dio tanta satisfacción y lo motivó para crear canciones relacionadas a la identidad cultural y tradiciones como Somos Tarqueños, Somos Cuencanos, Ecuador Biodiverso, La Minga, La Virgen del Cajas…
Esas melodías las entona en las visitas turísticas y reuniones familiares y comunitarias. Precisamente, con música él recibió el pasado viernes, a los 18 turistas provenientes de Estados Unidos. Ellos visitaron el Centro Cultural Kushi Waira.
Los socios prepararon recorridos por senderos y la pampamesa (comida comunitaria). Ese día hubo papas con crema de pepa de sambo, mote pata, mote pillo… elaborados con productos orgánicos y cosechados en la zona. También, conocieron sobre el valor de las plantas medicinales.
Él es bastante alegre y motivador, dice su esposa María Guanuquiza. En cambio, los vecinos como Hilda Lojano lo describen como un líder y emprendedor en su comunidad.
Él logra que los visitantes bailen y participen en los juegos tradicionales como las ollas encantadas, el trompo… A los ganadores les obsequia instrumentos musicales como la flauta, el flautín… que en el mercado los vende en USD 10.
Los representantes de la Fundación Municipal de Turismo para Cuenca propusieron a Saquipay para el reconocimiento. De acuerdo con esa institución, plantearon su nombre porque realiza acciones importantes para el desarrollo y la promoción turística del cantón.
La comunidad también es parte esencial en su vida y por ello gestionó la construcción de más 20 obras importantes para Parcoloma como casa comunal, escuela, cementerio, capilla… en los últimos 20 años, dice su vecina Aurora Vélez.
Alfonso Saquipay
Nació en la parroquia Tarqui (Cuenca) en 1952. Con su esposa María Guanuquiza tuvo seis hijos. Cuatro viven en EE.UU. y los otros le ayudan en la fabricación de los instrumentos.
Ha viajado en varias oportunidades a Perú, para dictar talleres sobre su experiencia en turismo comunitario. También sobre instrumentos.