Alemania juzga a una pareja por torturar hasta la muerte a varias mujeres

La acusada, Angelika W. (d) asiste a su juicio junto a su abogado. Foto: EFE

La acusada, Angelika W. (d) asiste a su juicio junto a su abogado. Foto: EFE

La acusada, Angelika W. (d) asiste a su juicio junto a su abogado. Foto: EFE

La Audiencia de Paderborn (oeste de Alemania) inició este 26 de octubre del 2016 el juicio contra una pareja, ya divorciada, acusada de haber humillado y torturado hasta la muerte a varias mujeres a las que atraían a su casa con anuncios de contactos en los que se les prometía una relación seria.

Los dos procesados, Wilfried W., de 46 años, y su exesposa Angelika, de 47, comparecieron ante ese tribunal para responder de los cargos de asesinato múltiple y agresión física grave, además de malos tratos físicos y psíquicos.

Dos de las mujeres que respondieron a sus anuncios, ambas de la misma región en el "Land" de Baja Sajonia, murieron a consecuencia de sus torturas.

Una tercera logró huir, mientras prosiguen las investigaciones acerca de otras seis desaparecidas que podrían haber sido víctimas de la pareja.

El proceso por el caso que en Alemania se denomina "la casa del horror" se abrió con una detallada descripción por parte de la fiscalía de las torturas, tanto físicas como mentales, a las que fueron sometidas las víctimas de la pareja.

A las mujeres se las atrajo hasta esa casa a través de anuncios de contactos en los que se les prometía amor eterno, una relación estable y una existencia asegurada junto al ahora procesado.

Una vez en el domicilio, eran sometidas a todo tipo de vejaciones por parte de los dos acusados, que entre otras cosas les arrancaban el pelo a tirones y tras sus sádicas sesiones de violencia extrema las obligaban a dormir en un establo o encadenadas a una bañera.

El caso de la "casa del horror" salió a relucir el pasado marzo, a raíz de la muerte de una mujer, a quien la pareja trasladó a un hospital en su automóvil, que sufrió una avería en el trayecto. La mujer fue ingresada con claros síntomas de malos tratos y falleció poco después.

A partir de ahí empezaron a investigarse otros casos de mujeres desaparecidas y se siguió la pista de los anuncios que había publicado la pareja en medios de Alemania y de la República Checa.

En los interrogatorios, la detenida confesó haber matado en 2014 a una mujer de 33 años, cuyo cadáver trocearon y guardaron un tiempo en un frigorífico, para luego quemarlo en la chimenea de su casa.

Durante meses enviaron mensajes de texto a la madre de una de las víctimas para que creyese que seguía con vida y la registraron como "mudada a Holanda/Amsterdam" en el registro municipal.

La procesada aseguró en los interrogatorios que ella misma había sido sometida a malos tratos por su pareja -quien llegó a cumplir condena por ello-, mientras que él negó los cargos.

La defensa de la acusada ha anunciado que ésta declarará personalmente por los cargos que se le imputan, mientras que su expareja al parecer sólo se pronunciará por escrito y a través de su abogado.

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