París, DPA
Para Albert Camus no sólo la vida era absurda: tampoco su muerte hace 50 años pudo ser más absurda. El automóvil en que el escritor y filósofo viajaba a París como acompañante chocó el 4 de enero de 1960 contra el único árbol que había en el camino, después de que reventara un neumático trasero. Camus tenía 46 años.
La pregunta por el sentido de la vida erigió a Camus en filósofo del absurdo y la rebeldía. Su sublevación contra el absurdo del mundo lo moldeó como el inconformista que aún hoy tiene millones de seguidores.
Su obra existencialista
Camus escribió novelas, obras teatrales, ensayos y críticas. Una de sus obras más famosas es ‘La peste’, publicada en 1947.
Otros títulos del autor son: ‘El extranjero’, ‘La caída’, ‘El hombre rebelde’, ‘El mito de Sísifo’, ‘Calígula’ (teatro), ‘Los justos’…
Entre ellos, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que hace poco propuso trasladar la sepultura del escritor al famoso Panteón parisino, por el 50 aniversario de su muerte. Eso generó críticas enérgicas porque, en vida, Camus rehuyó cualquier homenaje.
“El Premio Nobel de Literatura en 1957 sólo lo aceptó por motivos financieros”, explicó su hija Catherine, que en diciembre de 2009 publicó un libro sobre su padre. El título ‘Solitaire et solidaire’ (‘Solitario y solidario’) expresa dos lados esenciales que marcaron a Camus como un marginado entre los intelectuales franceses.
Camus era alguien comprometido con la política, al tiempo que rechazaba un pensamiento posicionado en un solo espectro político y las ideologías. Detestaba la violencia, también aquella usada para imponer objetivos políticos. Criticaba el fascismo, tanto el español como el alemán, así como los campos de trabajos forzados en la Unión Soviética de Stalin.
Como redactor jefe del periódico clandestino de resistencia Combat condenó el lanzamiento estadounidense de la bomba atómica sobre Hiroshima y la represión soviética en el levantamiento húngaro en 1956. Debido a su humanismo sensato y su posición anticolonialista en la guerra de Argelia, finalmente fue excluido del Partido Comunista.
HOJA DE VIDA
Albert Camus
Nació el 7 de noviembre de 1913, en Mondov, Argelia. Murió en Villeblevin, Francia, el 4 de enero de 1960.
En 1957, Camus fue distinguido con el Premio Nobel de Literatura por su obra literaria y filosófica.
Sus primeros textos fueron publicados en la revista Sud en 1932. Trabajó en el Diario del Frente Popular y en el Paris-Soir.
Su ensayo crítico con el comunismo ‘El hombre rebelde’ fue para la izquierda una señal de que Camus se había convertido en un disidente reaccionario. Eso causó el quiebre de su relación amistosa e intelectual con Jean-Paul Sartre y muchos amigos de antaño.
Lo que Sartre y otros calificaban burlonamente de “moral de Cruz Roja” y “República de las Bellas Almas”, fue la base de la filosofía existencial de Camus. Sus ideas honran la inviolabilidad del ser humano y cree en la opción de mejorar la vida “absurda”, cuando el ser humano toma su destino en sus manos y no sigue ciegamente doctrinas prefabricadas.
Camus era aquello que se denomina ‘beau’, un hombre de buen aspecto. Con su impermeable y un cigarrillo en la comisura derecha de su boca se parecía a Humphrey Bogart.
“Sencillamente lucía genial”, narra su hija Catherine. En su libro publicó fotos de su padre y su familia, entre ellas también imágenes de la actriz Maria Casarès, amante del escritor.
Camus era un Don Juan que durante toda su vida fue acompañado por dos mujeres: Francine, la madre de sus dos hijos, y Maria. “Él hablaba más seguido de la felicidad, que todo lo feliz y alegre que podría haber sido. Pena, dolor espiritual y separaciones dejaron sus huellas”, escribió su biógrafo Olivier Todd.
Camus provenía de un hogar pobre. Nació en 1913 en la argelina Mondovi, fue hijo de un empleado de bodega y una empleada doméstica de origen español que casi no sabían leer y escribir. En 1914, su padre falleció en la Primera Guerra Mundial.
En 1957, Camus recibió el Nobel de Literatura por su obra. Sus libros tratan de la búsqueda del sentido de la vida y el desgarramiento interno del ser humano. Su obra fue ambientada en el paisaje argelino y mediterráneo. Sin embargo, no calificó de autobiográfica ninguna de sus obras.