Portugal, AFP
Los países del ALBA, liderados por Venezuela y Cuba, llamaron este martes a los gobiernos iberoamericanos a no reconocer las elecciones en Honduras porque legitimarían el golpe de Estado que sacó del poder al presidente Manuel Zelaya.
Los miembros del ALBA “alertan a la comunidad iberoamericana e internacional que reconocer estas elecciones ilegales e ilegítimas constituiría un nefasto precedente que pondría en riesgo la estabilidad y la existencia de las democracias de América Latina”, según un texto del grupo difundido en Estoril, Portugal, donde se celebra la XIX Cumbre Iberoamericana.
“El golpe de estado militar en Honduras ha puesto de manifiesto el inicio de una ofensiva neocolonial, por parte del gobierno de Estados Unidos y las oligarquías nacionales latinoamericanas, destinada a recuperar espacios en la región ante el progresista e incontenible avance político de nuestros pueblos”, añadió.
El ALBA reiteró su decisión de imponer “sanciones económicas y comerciales” contra el gobierno de facto de Roberto Micheletti y respaldó las gestiones de Zelaya ante “instancias internacionales para llevar ante la justicia a los actores intelectuales y materiales del golpe”.
Honduras, que está representada en la Cumbre por la canciller de Zelaya, Patricia Rodas, integra la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) desde 2008, cuando el mandatario depuesto giró a la izquierda tras haber sido elegido por el derechista Partido Liberal.
Pero los principales aliados de Zelaya en el ALBA, los presidentes Hugo Chávez (Venezuela) , Raúl Castro (Cuba) y Daniel Ortega (Nicaragua) estuvieron ausentes de la cumbre.
No obstante, la declaración es el preludio de la agenda que centrará la cumbre del ALBA, integrada también por Ecuador, Bolivia y tres islas del Caribe, a mediados de diciembre en La Habana.