“...al son de maracas”

Las imágenes y la relación coloquial de un encuentro en Quito, que publicó diario Expreso, el pasado domingo 3 de abril, en que participaron el Presidente Correa y el titular del Consejo Nacional Electoral, Omar Simon, son explicativas.

La versión publicada: “Cantaban llenos de enjundia” –Omar Simon y el parlamentario andino Patricio Zambrano-.” Omar con las maracas, mientras esperaban a Rafael. Cuando éste por fin llegó, se apoderó del micrófono y los otros se resignaron a hacerle los coros, tarea en la que no desentonan. Parecía haber en ambos funcionarios un deseo irreprimible por agradar al Presidente, deseo expresado en lenguaje corporal que no pudieron controlar y que los puso en evidencia”.

A Fidel Araujo, sin prueba alguna lo tuvieron casi seis meses en presidio. El testigo protegido, que informó de una cámara conectada con un arma para asesinar al presidente Correa el 30-S, fue luego identificado como un infeliz a quien le prometieron un cargo público. ¡Qué verguenza!.

En Wikileaks se publica que en un documento de la Embajada norteamericana en Quito, antes que en el 2008 se designe Comandante General de la Policía al General Jaime Hurtado, se informaba que sus actividades -de corrupción- eran altamente conocidas “'.y que se pensaba que el Presidente Correa debía ser advertido sobre aquello, pero algunos observadores consideraron que tal vez Correa prefería un jefe policial que sea fácilmente manipulable”.

Viene a mi memoria la manipulación de oficiales de la Fuerza Naval en los ilícitos que intervinieron cuando estuvieron en Petroecuador.

También recuerdo los diálogos con el observador de la OEA Enrique Correa, en septiembre del 2008, cuando le demostré las falsedades en las alteraciones de la Constitución de Montecristi. me dijo “no hay que perder tiempo”, llamó a Washington y habló con el Secretario general Insulza, concertando una cita. Organizado el viaje, me invitó a Quito a conversar y me dijo que Insulza quería que la reunión sea postergada, para que “Rafael Correa no tenga pretexto para acercarse más a Chávez”. Rechacé la postergación, lo hice públicamente. Cuando los militares de Honduras, con apoyo de la base norteamericana, expulsaron al presidente Zelaya, fue tragicómico ver al Presidente Correa subido en un avión para sobrevolar Tegucigalpa. Cuando el 30-S, Insulza voló a Quito, para convertirse en alfombra de Correa, respecto a aquello de la tentativa de magnicidio y del golpe de Estado, estuvo en mi memoria la explicación de no darle pretexto a Correa. El imperio es el imperio; y, la OEA, el Ministerio de las Colonias.

Que suenen las maracas, que no desentonen los que hacen la segunda y la tercera voz, para eso están ahí. Es la feria de la alegría del círculo gobernante.

Suplementos digitales