Nueva York, Ansa
El Mundial de fútbol de Sudáfrica 2010 quedó hoy bajo la amenaza de una rama de la red Al Qaeda, que dijo que apelará a explosivos indetectables para las fuerzas de seguridad de la cita.
“Qué increíble sería que cuando transmitiesen en directo el partido entre Estados Unidos e Inglaterra, en un estadio repleto de espectadores, retumbase en las tribunas el sonido de una explosión. Todo el estadio se pondría patas arriba y el número de cadáveres se contaría por cientos, si Alá quiere”, reza el comunicado publicado en la revista Mushtaqun Lel Paraíso.
La publicación es de línea editorial jihadista, es decir que pregona la lucha frontal armada contra los enemigos del Islam, describió la cadena estadounidense de televisión CBS.
La rama de Al Qaeda del Magreb Islámico amenazó desde su revista con utilizar explosivos indetectables para los mecanismos de seguridad del Mundial y apuntó como objetivos a los seleccionados de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia, países a los que acusa de ser parte de la “cruzada sionista contra el Islam”.
El ejército sudafricano tendrá a su cargo las tareas de seguridad durante el Mundial, con colaboración de departamentos especializados de diversos países. El ministro de Seguridad de Sudáfrica, Nathi Mthetwa, anunció hoy que tres de las cuatro fragatas que tiene su país “vigilarán las costas durante el torneo”.
“Nuestra prioridad es garantizar la seguridad del millón de turistas que esperamos en los partidos”, acotó el funcionario de un país que no ha logrado mejorar sus índices de homicidio, con un promedio de 50 muertes violentas por día. El argentino Carlos Tévez, jugador de Manchester City y una de las estrellas del plantel del seleccionado argentino, fue elegido por la FIFA para la campaña en contra de las armas de fuego, desarrollada para Sudáfrica. “De niño tuve que elegir entre la pistola y la pelota, y me alegro de haber tomado la decisión correcta”, afirma Tévez, que creció en Fuerte Apache, una de las zonas más violentas de Buenos Aires.
El asesinato a machetazos de un blanco líder de grupos racistas, Eugene Terreblanche, a manos de un adolescente y un joven negros encendió los odios en Sudáfrica recientemente y se teme una escalada de violencia a partir de ese episodio sangriento.
“Se trató de un episodio aislado que nada tiene que ver con el Mundial. El racismo es agua pasada en Sudáfrica. El Mundial será para todos, blancos y negros”, aclaró el ministro Mthewa.