Eloy Izquierdo Buestán
Definitivamente en nuestro querido país, los acuerdos, componendas y compromisos se siguen haciendo en base a intereses netamente personales, con el único objeto de favorecer a familiares o amigos íntimos, o para sentirse asegurados en la función encomendada y si algo no les funciona o ven amenazada su permanencia en el puesto que se le confió, viene la contrarréplica igualmente con las concebidas intimidaciones y coacciones. Sí, respetable lectores, esa es la realidad que ha vivido el país y sigue viviendo, y el más claro ejemplo que se está dando en esta revolución ciudadana es lo que sucede entre los ‘intachables’ Fiscal General, ministros de Gobierno, de Justicia y algunos asambleístas según se conoce.
El primer ‘intachable’ al ver amenazada su permanencia en el cargo, intimida con desenmascarar algunos asambleístas y apuntando también a los ministros de Gobierno y de Justicia en calidad de ex funcionarios de Pro Justicia, por un supuesto mal manejo de USD1 700 000 en la implementación del plan informático en la Función Judicial, convencido que tienen injerencia en el proceso político que llevan adelante algunos asambleístas de Alianza País.
No más corrupción, no más chantajes, coerciones e imposiciones, si estas autoridades están involucradas en lo que se los incrimina, deben marcharse a su casa y de ser responsables de algún delito la justicia, de haberla, remítales a las cárceles.