Agentes hallaron dos cadáveres enterrados en una casa quemada

Los agentes excavaron un espacio de tierra removida y hallaron dos cadáveres. Foto: Cortesía Policía Nacional

Los agentes excavaron un espacio de tierra removida y hallaron dos cadáveres. Foto: Cortesía Policía Nacional

Los agentes excavaron un espacio de tierra removida y hallaron dos cadáveres. Foto: Cortesía Policía Nacional

Los cadáveres estaban envueltos con plásticos de color negro y enterrados en una fosa de un metro y medio de profundidad. Uno encima de otro. El escenario: un extenso cultivo de sandía, en El Morocho, un recinto en el cantón Vinces, los Ríos.

Cuando los agentes de la Dinased entraron al lugar encontraron un espacio abierto, donde había tierra removida junto a troncos de madera y una caña de al menos seis metros de alto. Esta fue colocada con una funda plástica de color azul amarrada en la punta.

Eso despertó sospecha entre los uniformados y con los vecinos excavaron durante una hora. Allí encontraron los cuerpos que ya estaban en estado de descomposición.

Hugo Bararata, el fiscal que conoció el caso, autorizó la exhumación de los cadáveres. Luego fueron llevados a Babahoyo y después a Guayaquil. La idea es identificar a los cuerpos.

Pero la Policía investiga si estos cadáveres pertenecen a dos hombres que fueron reportados como extraviados el 19 de mayo pasado.

Según la denuncia colocada por la desaparición, los dos hombres salieron desde San Lorenzo–Esmeraldas hacia Guayaquil a comprar un vehículo.

La última vez que se los vio fue a través de las cámaras de seguridad de un banco, donde retiraron USD 10 000.

La Policía dice que al rastrear el IMEI del teléfono de unos de los desaparecidos, la Dinased de Guayaquil y Los Ríos constató que este equipo estaba en poder de una menor de edad en el cantón Vinces.

Al hablar con la joven, ella habría dicho que lo compró a un hombre. Al tratar de localizarlo, la Policía se enteró que esa persona había quemado su casa y que se había dado a la fuga.

La Policía dice que en medio de una borrachera, una persona declaró que la casa quemada “era un cementerio”.

Con esa historia, los agentes de la Dinased, solicitaron al dueño los predios que autorice el ingreso a los terrenos, donde precisamente encontraron la tierra removida y los cadáveres.

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