Solo el afiliado está asegurado por desempleo

El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social cubre a sus afiliados por desempleo. Foto: Archivo / EL COMERCIO

El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social cubre a sus afiliados por desempleo. Foto: Archivo / EL COMERCIO

El Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social cubre a sus afiliados por desempleo. Foto: Archivo / EL COMERCIO

En el Ecuador solo la población afiliada a la seguridad social tiene hoy acceso a una cobertura por desempleo.

El Gobierno retomó esta semana una propuesta que lanzó por primera vez hace seis años: un seguro de desempleo que beneficie a todo el que se quede sin trabajo y no solo al que accede a la afiliación.

El presidente Rafael Correa anticipó que hoy presentará los detalles de la propuesta, que esperaba tener lista ayer.

Lo que actualmente existe en el país es la cesantía, aunque no se trata de un seguro de desempleo para todos los trabajadores. La cesantía es un fondo que acumula el trabajador para utilizarlo si llega a quedarse en la desocupación, aunque debe cumplir varios requisitos.

Son de dos tipos. El primero son los fondos de cesantía del seguro general obligatorio, administrado por el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), y por las de instituciones como las Fuerzas Armadas (Issfa) y la Policía Nacional (Isspol).

Otro mecanismo son los llamados fondos previsionales complementarios privados, que se crearon por iniciativa de los trabajadores o de empresas privadas como un beneficio adicional para los trabajadores.

En el país existen 53 fondos que ofrecen esta cobertura. De ellos, el más grande es el Fondo de Cesantía del Magisterio ecuatoriano, que hasta agosto pasado reportó 124 000 aportantes. En mayo del 2015 este y otros seis fondos privados pasaron a la administración del Banco del IESS, según la última información que hizo pública la entidad.

Pero el fondo más importante del país es del IESS, que actualmente cubre a 3,6 millones de afiliados.

Hasta diciembre del 2014, último dato disponible, el fondo de cesantía de la entidad tenía activos por USD 4 595 millones. Este fondo se alimenta con un aporte del 2% del salario de los empleados y el 1% de los empleadores.

El Presidente de la República dijo el martes pasado, cuando anunció que enviará a la Asamblea un proyecto de ley para crear un seguro de desempleo, que este beneficio ayudaría a los ciudadanos que han perdido su trabajo.

Al respecto, el asambleísta de Alianza País y miembro de la Comisión de los Derechos de los Trabajadores, Fausto Cayambe, dejó entrever que el IESS podría manejar ese fondo y que será un beneficio adicional al de cesantía.

Comentó que el Gobierno también trabaja en un proyecto de ley para incentivar el empleo entre los jóvenes.

Juan Carlos Díaz Granados, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Guayaquil, cuestionó ayer la propuesta del seguro de desempleo.

“El seguro es una medida parche, hay que concentrarse en la generación de empleo”, manifestó. “Si el Gobierno considera que no hay recesión, que no hay crisis, entonces no tiene sentido que se cree este seguro”, agregó.

El exdiputado Marco Proaño Maya, experto en temas de seguridad social, precisó que un seguro de desempleo, tal como se lo define en países de Europa, por ejemplo, no tiene que compararse con el seguro de cesantía que funciona actualmente en Ecuador.

“El fondo de cesantía es una prestación que se da a los afiliados del sistema de seguridad social, por tanto no es universal y tiene que cumplir una serie de requisitos, por ejemplo, tener una aportación de dos años. Entonces hablamos de un fondo de ahorro que se invierte y que genera un rendimiento con el que se sustenta económicamente”.

Proaño Maya mencionó que, mientras el fondo lo recibe el afiliado de una sola vez, el seguro de desempleo es una prestación mensual para quien se queda en la desocupación. “En los países europeos el seguro es una prestación que entrega el Estado a las personas que no tienen trabajo, hasta dos años en Francia y un año en el resto de países”.

Consideró que lo fundamental en estos seguros es que el financiamiento está a cargo del Estado, y con una aportación o cotización que hacen empleado y empleador.

Del lado del sector empleador hay incertidumbre con respecto a cómo se financiará el seguro anunciado por el Gobierno. Hasta ayer, los gremios empresariales desconocían los pormenores de la propuesta. Las aseguradoras privadas en Ecuador no ofrecen un producto de este tipo. “Lo que existe en el mercado son empresas que ayudan a administrar fondos voluntarios”, dijo Patricio Salas, titular de la Asociación de Compañías de Seguros del Ecuador.

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