Redacción Quito
En una semana se cumplirán tres meses del accidente de un avión Beechcraft de la Aviación del Ejército ecuatoriano, que se estrelló contra el edificio Linda Vista, en el sector de la González Suárez, en el norte de la ciudad.
Las 15 familias afectadas ven pasar el calendario, pero aún no se concretan sus pedidos. “No sabemos si las FF.AA. nos indemnizarán, si van a reconstruir los edificios o si los tumbarán para hacer otros”, dice Alejandro Villacrés, a nombre de los perjudicados de los edificios Linda Vista y Vista Hermosa, que también fue afectado
Siete víctimas
Siete personas murieron en el accidente del 19 de marzo pasado. Julio Zaldumbide (piloto), Jorge Zurita (copiloto) y Mario Figueroa (mecánico). Además, la esposa del piloto (Claudia Uscocovich) y el hijo de ambos, de12 años). También fallecieron Elena Reasco y Leyla Oquendo, residentes de los edificios.
Tres aviones se han impactado en la González Suárez. El primero fu e el 10 de diciembre de 1992, el otro el 22 de diciembre de1992. El último, el 19 de marzo.
La s FF.AA. entregaron un fondo mensual de USD 900 por familia para que puedan alquilar un departamento por la zona. Asimismo, asignaron USD 1 500 por familia para puedan comprar herramientas y accesorios necesarios para el día a día.Tampoco tienen la certeza de cuánto tiempo más deberán vivir en departamentos arrendados, en hoteles o con sus familiares. “Pedimos a las FF.AA. que hagan otros edificios”, indica Fabricio Brito, abogado de los perjudicados.
Además, tampoco existe un informe de qué se deberá hacer con los inmuebles afectados, que se hallan en el pasaje Stubel.
Al día siguiente del siniestro, la Aviación del Ejército dijo que la Junta de Investigaciones de la Dirección de Aviación Civil se encargará de investigar el hecho, pero aún no se conocen los resultados de la indagación.
“Nos han ofrecido ‘parchar’ el edificio. Es ilógico volver a levantar los departamentos sobre la estructura que ya está sentida”, dice Belisario Chiriboga, hijo de Eugenia de Chiriboga, de 88 años, una de las afectadas de Linda Vista.
Las autoridades y los afectados acordaron contratar a una universidad para que efectúe los estudios y señale qué hacer. Para hoy está previsto que los vecinos elijan entre la Politécnica Nacional y la Universidad Católica. Luego del contrato, los informes demorarán 60 días.
“Lo que indiquen los técnicos se hará. Si hay que hacer otros edificios, lo haremos. El seguro deberá encargarse de eso”, señala Carlos Chávez, mayor del Ejército.
En el Linda Vista, aún se ven las señales del siniestro: pasamanos carbonizados, las paredes de concreto destrozadas y hasta restos del avión. Parece que el percance hubiera sido ayer.
Testimonio. Leonor Carrasco/ afectada
‘La vida me ha cambiado…’
Quedarse sin el hogar que uno consiguió con mucho esfuerzo es algo que nadie puede creer ni entender. Todo sucedió tan rápido (en lo que dura un pestañeo), pero lo que no pasa y, con el transcurso de los días se hace cada vez más difícil, es la incertidumbre. No sabemos si reconstruirán nuestros departamentos, si nos indemnizarán. Lo único que sabemos es que ahora somos inquilinos porque no tenemos casa.
Lo que nos pasó fue un accidente que nos marcó para siempre. En el Linda Vista yo tenía toda mi vida, me levantaba, veía la ciudad. En ese departamento guardaba mis recuerdos. Ahí viví muchas cosas.
Fueron 15 años los que yo pasé ahí y logré tener amigos, pero con el accidente todo eso se perdió. Con la mensualidad que nos dieron logré arrendar un departamento desde Semana Santa, en la misma zona. Pero no es lo mismo, porque ese no es mi espacio.
Además, la preocupación de no saber cómo terminará todo esto y el impacto de estar frente a la muerte me han afectado. Incluso he tenido que acudir al médico y someterme a un tratamiento para poder seguir con mi vida.