La Ruta Viva se inauguró en diciembre de 2014. La vía comienza en San Juan, en Cumbayá, y recorre hasta Puembo Foto: Pavel Calahorrano/ EL COMERCIO
El Airbus 319 de Tame fue el primer avión en aterrizar en el nuevo Aeropuerto Mariscal Sucre, localizado en Tababela, la mañana del 20 de febrero de 2013. La nave tocó tierra entre agasajos e incertidumbres.
Entre las dudas que generaba la operación de la nueva terminal estaba la movilidad, por la falta de vías de conexión. El incremento de la plusvalía, el comercio y el desarrollo en las parroquias aledañas fueron otros temas de preocupación.
Hoy se cumple el tercer año de su apertura en esta localidad rural y los cambios son evidentes. En 2013, la falta de vías complicó el viaje a la terminal aérea. La congestión y los tiempos extensos de llegada eran parte del panorama en arterias como la Interoceánica, que soportó una carga vehicular de cerca de 35 900 vehículos, al día.
Con la apertura de la Ruta Viva (Cumbayá-Puembo), la Collas (‘Pana’ Norte-Tababela) y la E35 (El Colibrí-Cusubamba), el tránsito se dividió y los tiempos de llegada a Tababela se redujeron a la mitad.
Ahora, el reto está en el transporte masivo. Así lo indicó Cristóbal Buendía, del Observatorio de Movilidad. Para el experto, es necesario que se den soluciones inmediatas. Hay dos casos: los buses y los taxis. En el primero se requiere de una dotación de servicios óptima para llegar a la terminal aérea. “Mejoras en los servicios”, dijo.
En el segundo caso se necesita que se haga una revisión de las tarifas, porque se las fijó cuando no había vías. Según un estudio proporcionado por Buendía, la diferencia de precios va del 30 al 40%. Es decir, de Guamaní al aeropuerto se paga USD 29. Con taxímetro saldría USD 18.
La plusvalía sigue creciendo
En las ocho parroquias aledañas a la terminal aérea se registra un crecimiento de los costos del metro cuadrado de terreno y también el de construcción.
El motivo principal es la gama de facilidades y servicios que hay en esta zona: las vías, el acceso a servicios de todo tipo, la construcción de complejos hoteleros, viviendas, negocios… En localidades como Pifo, Yaruquí, El Quinche y Tababela, el valor de la tierra se duplicó. Lo mismo ocurrió con el valor de construcción.
Antony Fuentes, coordinador de Marketing del portal inmobiliario Plusvalía, explicó que existen lotes extensos de terrenos que los constructores han sabido aprovechar para la edificación de complejos urbanísticos, centros comerciales, universidades y más. “Para quienes viven en esta zona no es indispensable llegar a Quito para encontrar algún producto o servicio que requieran. No hay necesidad de salir del valle”, sostuvo.
A futuro, en esta zona se espera un crecimiento más sostenido. Pifo, por ejemplo, se prevé que se constituya como una zona industrial.
Al momento se observan edificaciones destinadas a bodegas de las diferentes empresas. En Puembo, el crecimiento es marcado por la llegada de proyectos inmobiliarios de élite. La deuda está en el control de los precios.
Dos hoteles están en camino
La apertura del Aeropuerto Mariscal Sucre generó expectativa en los pobladores de las localidades aledañas. Antes del 2013 se registró una llegada importante de locales como hoteles, parqueaderos, tiendas y demás negocios para acompañar a la nueva dinámica que se esperaba con esta apertura.
Luego de tres años, locales ubicados en la calle 24 de Septiembre o en la Nicolás Baquero (Tababela) han cerrado. Los letreros de ‘Se arrienda’ llenan las puertas de locales comerciales que funcionaban como bodegas o restaurantes. Alicia Hidalgo, pobladora, aseguró que hace tres años, la parroquia tenía mayor movimiento.
Hoy ha bajado y se visualiza una nueva era en las grandes cadenas hoteleras. Hay dos conjuntos en construcción: Wyndham Quito Airport, con 150 habitaciones, y el hotel de la cadena Eurobuilding, con 217 cuartos y otros servicios.
Humberto Baquero, presidente de la parroquia de Tababela, considera que aún hay una deuda grande con las parroquias cercanas al Mariscal Sucre.
“No se ha reflejado en obras de importancia para esta localidad. Al contrario se ha generado un impacto como la llegada de población flotante y la falta de servicios. Con la llegada de las cadenas hoteleras se espera la contratación de personas de esta localidad”.
Tababela
Las vías, las cadenas hoteleras y la plusvalía son parte del panorama en tres años