300 vehículos por hora cruzaron la Collas el primer día de acceso a la vía

Entrada a la nueva vía Collas, que une con la de Guayllabamba, para ir al aeropuerto Mariscal Sucre en TAbabela. Se realizan los últimos trabajos. Foto: Patricio Terán A. / El Comercio

Entrada a la nueva vía Collas, que une con la de Guayllabamba, para ir al aeropuerto Mariscal Sucre en TAbabela. Se realizan los últimos trabajos. Foto: Patricio Terán A. / El Comercio

Entre 10 y 15 minutos toma transitar por la vía Collas, que tiene 11,7 km de longitud. La obra estuvo a cargo del Ministerio de Transporte y Obras Públicas. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO

Son 37 minutos menos de viaje. Ir desde El Condado hasta el aeropuerto en Tababela, tomaba hasta la mañana del miércoles, una hora con 10 minutos. Al tener que circunvalar la ciudad se recorrían 52 km. Ayer, 30 de julio, con la apertura de la ruta Collas-Tababela, el recorrido duró apenas 33 minutos. Se transitaron 29 km, los últimos 15 (a partir del peaje de Oyacoto) sin semáforos ni interrupciones.

La nueva vía recibió cientos de vehículos por hora en su primer día de operatividad. De 11:00 a 15:00, el promedio fue de 300 la hora, pero pasadas las 16:00 la cifra aumentó. La vía fue abierta a las 18:00 del miércoles 29 de julio.

Julio Abarca, jefe policial del sector del aeropuerto, contó que por la noche y la madrugada pasaron unos 20 coches. En la mañana la situación cambió. A las 09:05, unos 10 autos viajaban simultáneamente por allí. La mayoría lo hizo a baja velocidad.

Angélica Almeida estaba en el puente del río Guayllabamba, el único que cruza la avenida, mirando el paisaje. Hizo varias fotos y una llamada telefónica. “Ya han abierto la vía, está una maravilla. Me hice 10 minutos al aeropuerto”.

Colgó, se hizo un ‘selfie’ y siguió su camino. Como ella, solo durante la mañana, cerca de 50 personas se detuvieron en ese punto para admirar el paisaje y sacar fotos. Así lo aseguró Antonio Pastrana, quien controlaba el tránsito en el sector.

El transporte pesado

La presencia de tráileres y camiones fue alta. La Collas no solo sirve para llegar al aeropuerto, sino que mejora la conexión entre la zona industrial del norte de Quito (Carcelén, Carapungo y Calderón) con el aeropuerto Mariscal Sucre. También desde las provincias del norte con Píntag y Pifo que están en el paso de la E-35.

Ir desde la Panamericana, hasta el aeropuerto, toma entre 10 y 15 minutos, dependiendo de la velocidad.

A las 10:30 empezaron a transitar por allí los buses de Aeroservicios, empresa que hace recorridos directos desde el exaeropuerto hasta el nuevo, por USD 8. Algunos buses pasan llenos (entre 46 y 51 personas).

Jaime Burbano de Lara, gerente de la empresa, cuenta que por la mañana realizaron pruebas con algunas unidades para verificar tiempo y rendimiento de los buses. El fin de semana tomarán una decisión sobre qué ruta definitiva. Transportan 45 000 pasajeros al mes.

A la altura de puente del río Guayllabamba (que mide 150 m) Pablo Castro, de Panavial, contabilizaba los autos. Aseguró que de 12:00 a 13:00, por ejemplo, 152 autos particulares fueron de la Panamericana al aeropuerto y 150 en sentido contrario. En ese mismo lapso cruzaron 36 camiones livianos, 20 pesados cinco buses y ocho motos. La información servirá para monitorear la usabilidad de la ruta y definir, pronto, el costo del peaje. Se calcula que la vía será usada por unos 8 000 vehículos, al día.

A diario, al aeropuerto llegan 15 000 pasajeros y hay un estimado que, por cada pasajero, llegan tres personas más, según Quiport. Es decir, unos 60 000 visitantes. Además, en la terminal laboran 6 500 trabajadores. Jorge Proaño es uno de ellos. Cuenta que el único problema es el cruce de la Pana con la Simón Bolívar.

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