Las cooperativas Aeropuerto y Univalle prestan servicios en el aeropuerto Mariscal Sucre. Foto: Archivo / EL COMERCIO
El primer enfrentamiento registrado entre miembros de cooperativas de taxis formales y conductores que brindan el servicio con aplicaciones móviles, tuvo lugar en Quito el 20 de abril del 2018. El hecho ocurrió en los estacionamientos del Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre, en la parroquia de Tababela.
Varios videos que muestran la agresión fueron subidos a redes sociales y se volvieron virales. En ellos se ve cómo un grupo de taxistas formales cierra el paso a un vehículo, y poco después agreden al conductor, mientras el resto de compañeros los alientan. Incluso rompen el parabrisas de uno de los autos.
El video muestra como los taxistas incluso agreden a la persona que estaba filmando lo ocurrido.
Por su lado, los dirigentes de las cooperativas Aeropuerto y Univalle, aseguran que ellos fueron los agredidos y presentarán una denuncia en contra de tres personas. Según los dirigentes, la agresión la iniciaron dos personas que se movilizaban en un vehículo particular, quienes provocaron a los taxistas formales.
Luis Galárraga, gerente de comunicación de Quiport, concesionario a cargo de la operación del aeropuerto Mariscal Sucre, aseguró hoy, lunes 23 de abril del 2018, que los pasajeros y usuarios de la terminal aérea, se encuentran seguros y pueden utilizar las instalaciones y servicios con total tranquilidad.
Explica que el aeropuerto trabaja con dos operadoras de taxis que agrupan a cerca de 250 unidades, mismas que deben reunir condiciones operacionales de calidad para poder brindar sus servicios. Se toma en cuenta el año del vehículo, la presentación del conductor, el buen trato al pasajero, entre otras cosas. Lo que, según Galárraga, consta en el contrato con las operadoras y garantiza seguridad al usuario.
El departamento comercial de Quiport, está en conversaciones con las operadoras involucradas en la disputa y han recibido la versión de que ellos fueron provocados y agredidos, lo que deberá investigarse, dice Galárraga. Adicionalmente, les han recomendado que siempre deben brindar el mejor de los tratos y servicios y, que deben cuidar la imagen del aeropuerto, es decir, evitar verse involucrados en cualquier situación conflictiva.
Sostiene que pueden dar instrucciones y recomendaciones a las cooperativas con quienes tienen firmados contratos, pero no pueden hacer nada con los propietarios de los vehículos que trabajan con aplicaciones móviles. Esto por varias razones, principalmente porque no pueden impedir el ingreso de autos particulares y porque no pueden identificarlos.
Aclara que los enfrentamientos ocurridos la semana pasada se salen de las manos del control de Quiport. “Nosotros tenemos un grupo de guardias y seguridad que en caso de ocurrir algo así podrían mediar y separar a los grupos, pero no son fuerzas de orden”.
Galárraga aclara que el evento ocurrido la semana pasada es totalmente esporádico y apunta que debería haber una definición clara por parte de las autoridades para saber qué mismo va a pasar con estos servicios.