El Gobierno ha puesto énfasis en el aeropuerto de Latacunga. Los trabajos de reacondicionamiento de la pista, la terminal de pasajeros, el respaldo en aspectos de seguridad e iluminación, cuya inversión supera los USD 26 millones, suponen algo más que la sola remodelación para atender los cinco vuelos semanales de carácter internacional que recibe o aUn aquellos itinerarios eventuales para la exportación florícola, como la temporada de San Valentín, que exige un tráfico mayor para embarcar las flores de las plantaciones aledañas de la provincia de Cotopaxi.
Los expertos en aeronáutica señalan que las condiciones de nubosidad esenciales para los procedimientos de aproximación previa al aterrizaje son adecuados y permiten, así mismo, el despegue de aeronaves grandes. La pista rediseñada de Latacunga tendrá una extensión de 3 668 metros y es considerada una de las más grandes del país.
Un tema importante en torno a la pista y el aeropuerto es que en momentos de crisis temporal ya ha sido utilizado en lugar del aeropuerto Mariscal Sucre de Quito, cuando condiciones de reparación de la terminal y la pista de la capital lo requirieron y aun en momentos de emergencia por las emanaciones volcánicas. Eso puede volver a ocurrir en cualquier instante.
Además, mientras se definan los términos de renegociación del nuevo aeropuerto de Quito, y hasta que esté plenamente habilitado para operar -es decir, con suficientes y expeditas vías de acceso- el aeropuerto de Latacunga puede prestar una gran utilidad. Desde luego que también habría que estudiar los temas relativos a movilidad para carga y pasajeros hacia la capital de Cotopaxi y, en todo caso, habilitarlo con un criterio alternativo, nunca sustitutivo de un aeropuerto para Quito, como en algún momento se insinuó.