Adultos mayores fueron los invitados de honor del alcalde Jaime Nebot. Foto: EL COMERCIO
Buscaron sus mejores trajes y llegaron temprano al Centro de Convenciones de Guayaquil. Las mesas interminables, con manteles rojos y verdes, estaban listas desde temprano. También las pantallas gigantes para que pudieran observar, desde todos los ángulos, las presentaciones artísticas en vivo.
4 000 adultos mayores fueron los invitados de gala del alcalde Jaime Nebot, en la sexta Cena de la Solidaridad por Fin de Año y Año Nuevo, organizada por el Municipio local. El encuentro empezó a las 17:00 de este domingo 27 de diciembre del 2015. Y aunque tradicionalmente se hizo en el Malecón 2000, este año optaron por un lugar cubierto, con aire acondicionado, y que evitara el tráfico vehicular que solía acorralar al centro de la urbe.
Yerly, Ángel y Jacinta Cajape llegaron en un bus junto a un grupo de moradores de la 27 y la N, en el suburbio guayaquileño. Ellos asisten a clases de gimnasia de la Dirección de Deportes del Cabildo. Pero esta tarde dejaron a un lado la ropa deportiva. “En casa no hay la oportunidad de tener una cena así de elegante. Por eso siempre esperamos con ansia esta fecha”, dijo Yerly.
La música comenzó a sonar por los parlantes y en cada bloque se oía un ritmo diferente. Villancicos, mariachis, cantantes de música popular y romántica se paseaban por los corredores. Algunos convidados, como Hilda Alejandro, no perdieron la oportunidad de bailar un poco, aunque fuera sola.
Casi de inmediato, un ejército de meseros con mandiles blancos y chalecos negros comenzó a recorrer en el gran salón adecuado en el antiguo aeropuerto Simón Bolívar. 450 colaboradores del Hotel Hilton Colon fueron los encargados del servicio, como cada año.
Desfilaban en hileras, de un lado a otro, con bandejas repletas con copas de vino tinto y algunos pequeños panes para el aperitivo inicial. Bessie Arellano, directora de Relaciones Públicas de esta cadena hotelera en Guayaquil, también se equipó con un delantal para ayudar. “El área administrativa se unió al programa. El hotel está preparándose desde el viernes en las recetas, picando ingredientes, pesando ingredientes… Pero la logística la alistamos con un mes de anticipación”, explicó.
Mientras los invitados seguían disfrutando del programa, el movimiento se intensificaba en el parqueo posterior del Centro de Convenciones. Ahí se instaló una cocina enorme, donde la comida se mantenía caliente en humeantes samovares. Pavo al horno, jamón navideño, budín de vegetales, arroz, relleno y postre fue el menú del día.
“En total horneamos una tonelada y media de pavo, media tonelada de jamón navideño, preparamos 13 quintales de arroz, y usamos más 3 600 huevos, 150 kilos de harina y 150 kilos de azúcar para el postre final”. El chef ejecutivo del Hilton Colon, Manfred Krauth, hablaba con serenidad de la titánica jornada culinaria para agasajar a los integrantes de centros gerontológicos, grupos barriales, pacientes de dispensarios y otros beneficiarios de la tercera edad del Cabildo.
La música no se detuvo cuando Nebot entró al salón. Pero los asistentes sí se inquietaron un poco. Algunos esperaban ansiosos que pasara junto a sus sillas. Otros saludaban, con inocencia, a las pantallas gigantes que proyectaba cada gesto del alcalde.
En medio de cámaras -y un dron que sobrevolaba las cabezas canosas-, Nebot saludó y abrazó a la mayoría de visitantes. Algunos manejaban con dificultad sus smartphones, intentando captar una foto o un video del momento.
“Siempre lo hemos seguido -contó Adelaida Gutiérrez, de 70 años-. Este año le acompañamos en los desfiles, en la marcha en la 9 de Octubre, en la protesta contra el Gobierno; y hoy estamos aquí, con él”. “Y le apoyaremos cuando se lance a la Presidencia de la República”, continuó Nelly Torres, de 68, quien compartió la misma mesa.
En otro rincón, Miguel Arellano, de 62 años, esperaba el banquete con una conversación sobre política como abreboca. “Yo he seguido a Jaime desde que era diputado, gobernador y las dos veces que fue candidato a Carondelet y perdió. Pero el 2017 es la vencida”, dijo a sus compañeros de cena.
En un corto discurso, de apenas 2 minutos, Nebot les dio la bienvenida y los invitó a disfrutar de los platillos. “Este es el tributo que ustedes se merecen, por haber entregado al país, a su ciudad, a su familia, a sus amigos, toda una vida de servicio. Aquí estamos para decirles a nombre de su ciudad que pensamos en ustedes, los queremos, los necesitamos”, dijo en medio de gritos y aplausos.