Los agentes de aduana del aeropuerto de Múnich interceptaron a un pasajero que llevaba en la maleta 200 pájaros muertos y envueltos en bolsas de plástico.
El italiano de 65 años explicó que era una cazador amateur y que había matado a los pájaros en Rumania, según informó hoy un portavoz de la aduana.
El pasajero quería llevarlos ahora a su país para cocinarlos y comerlos con su familia. Como los pájaros salvajes están protegidos en la Unión Europea (UE), la aduana de Múnich confiscó los ejemplares y abrió un procedimiento penal al italiano, que podría tener que pagar una multa de USD 1.270.