La ministra Betty Tola asistió a la presentación de la investigación sobre el trabajo doméstico de las niñas y adolescentes en el Ecuador. Foto: Evelyn Jácome/ EL COMERCIO
La mañana de este jueves 10 de marzo del 2016, se dio a conocer el resultado de una investigación realizada en Ecuador por Plan Internacional. El objetivo de esta investigación es “sacar a la luz la realidad del trabajo doméstico de niñas y adolescentes en el país”.
El estudio fue realizado en las provincias de Manabí, Guayas, Santa Elena, Los Ríos y Loja, y tomó en cuenta a 362 niños y niñas de entre 7 y 17 años residentes en 37 parroquias y comunidades. Los resultados son reveladores. El 99% de las niñas de 5 y 17 años realiza tareas domésticas en casa, pero la actividad no es vista por la familia como trabajo, sino como ayuda. De ellas, apenas el 13,5 reconoce que está haciendo un trabajo.
El estudio demostró que las niñas de 14 años destinan 13,16 horas a la semana a realizar tareas domésticas, frente a los 9,80 horas semanales que dedican de los niños. Más de tres horas de diferencia. Pero la brecha se incrementa conforme pasa la edad. Y finalmente a los 17 años, la diferencia es de más de 21 horas. A esa edad, las niñas dedican 31,77 horas a quehaceres domésticos mientras que los hombres 10,04 horas.
Hay niñas que trabajan hasta seis horas al día en tareas del hogar, lo que les quita el derecho a disfrutar de ocio y tiempo libre, y en muchos casos, a descuidar la escuela.
Según el estudio, eso se debe a que la sociedad continúa replicando el esquema de que son las mujeres las que deben ocuparse de la casa. Ella es la responsable del rol de madre, de la economía del cuidado y ahora, además, generar otros ingresos.
Otro dato revelador : a más miembros de la familia mayor trabajo para las niñas. Como consecuencia existe una relación indirecta entre el abandono del hogar y las tareas domésticas.
En la investigación se reveló que muchas de las chicas aseguran que se comprometen y se embarazan para salir de casa y huir del maltrato y del trabajo doméstico. El estar sometida por tanto tiempo a ese tipo de trabajo invisibiliza, finalmente reduce el autoestima de la niña.
Una de las conclusiones del estudio fue que los patrones culturales producen desigualdades y limitan el desarrollo de la mujer y el ejercicio de sus derechos. Las tareas domésticas reproducen estereotipos, disminuye el uso de su tiempo libre y de su autonomía.
La investigación demostró que las niñas ayudan en el hogar a partir de cuatro años. Cargan al animal y les dan de comer. Los expertos concluyeron en que la única forma de cambiar esa realidad es la educación, pero antes hay que visibilizar el problema, de allí la importancia de dar a conocer los resultados de este estudio.
El evento contó con la presencia de Betty Tola, ministra de Inclusión Económica y Social; Gloria Ardaya consultora de Plan Internacional, Rosana Viteri directora de Plan Internacional, entre otras autoridades.