Las grandes aglomeraciones y el movimiento constante dentro del bus son aprovechados por desconocidos para acosar física o verbalmente a las mujeres, según agentes de seguridad del Sistema Integrado de Transporte Público de Quito.
Ellos dicen que cerca de un millón de personas utilizan a diario el Trolebus, la Ecovía, la Metrovía o el Sistema de Corredor del Sur.
En la Estación del El Recreo, al sur de la ciudad, los funcionarios explican que son constantes las quejas que reciben de mujeres que han sufrido algún tipo de acoso mientras usaban uno de estos transportes.
De hecho, durante el primer trimestre del año pasado se registraron 97 denuncias sobre este hecho en las cinco cabinas de atención ubicadas en las paradas del norte y sur de la capital.
El grupo más vulnerable es el de las mujeres de 25 a 40 años. Según encuestas del Municipio de Quito realizadas en 2015, el 25% de las mujeres de ese rango de edad han sufrido acoso físico o verbal de tipo sexual en los buses.
EL COMERCIO conversó con mujeres usuarias del transporte público de la ciudad. Ellas explican que han sido víctimas o han sufrido alguna agresión de este tipo mientras se movilizaban por la ciudad.