Tito Rosales Cox. Editor
El Deportivo Cuenca es un buen ejemplo de cómo hacer las cosas con tan poco dinero. No necesitó de opulencias ni excentricidades para disputar el título de campeón de este torneo. Su triunfo de ayer contra Olmedo (2-1, en Riobamba) puso en evidencia de cómo se están manejando los clubes en la actualidad.
La fortaleza de la plantilla de este equipo se sustenta en los refuerzos foráneos: Esteban Dreer, Diego Ianiero, Ismael Villalba y Rodrigo Teixeira; más una plantilla de jugadores nacionales que han disputado todos los partidos como si fuesen finales. A esto se agrega un DT, Paúl Vélez, que dejó de ser un comodín.
Pero los aciertos de este equipo, que presupuestó USD 1,8 millones se sustentan en la planificación del presidente del club, Julio León, con un año en ese cargo.
Y es cuestionada la función, la de presidente de un equipo, la que empieza hoy a ganar espacio, según las reflexiones que hace el DT Rubén Insúa en esta edición.