Redacción Judicial La última fase para nombrar a 252 funcionarios de la Función Judicial (entre jueces adjuntos, secretarios y personal de apoyo para el país) se desarrolla entre pugnas al interior del Consejo de la Judicatura (CJ). Hasta el viernes, 900 aspirantes a ocupar estos cargos se someterán al denominado proceso de inducción en Quito, Cuenca, Ambato, Guayaquil y Manta. En la capital, el proceso se realiza en cuatro aulas de posgrado de Jurisprudencia de la U. Central.
Las necesidadesEl presidente del CJ, Benjamín Cevallos, dijo que en tres tipos de juzgados hay más líos.Se refiere a los juzgados civiles, de Tránsito y de Niñez.
Oswaldo Domínguez, vocal del CJ, convocó a este concurso el pasado 7 de febrero. Entonces, el funcionario estaba al frente del Departamento de RR.HH. Pero el martes de la semana pasada, Domínguez y el vocal Ulpiano Salazar fueron trasladados a la Unidad de Modernización del CJ. Eso molestó a Domínguez, pues señaló que de forma paralela a la convocatoria, el presidente del CJ, Benjamín Cevallos, nombró a “por lo menos 300 personas, sin concursos ni conocimiento del pleno” de este organismo. Cevallos dijo que no ha actuado así, aunque reconoció que sí ha firmado contratos. “Se han hecho las designaciones que yo tengo facultad”, refirió. “Hay una vacante por renuncia, destitución, ascenso y tengo que nombrar provisionalmente a otras personas, para que no se paralice la Función Judicial… Pero lo hago escuchando a los directores provinciales”. Según Domínguez, en total existen al menos 500 puestos por cubrir en el país. “Para que las cosas se desarrollen legalmente, con el doctor Ulpiano Salazar nos hemos convertido en veedores”. En ese sentido, no descartan acudir al Consejo de Participación Ciudadana, “para que acelere la reestructuración del CJ”. Cevallos, de su lado, dice que eso le tiene sin cuidado. “Tendré tiempo para dedicarme a otras cosas”. En las aulas de la Universidad Central, los aspirantes prefieren no comentar este tema. Mauricio Miranda, quien concursa para juez de Trabajo en Quito, dice que la inducción es un tema técnico. Igual sostiene Fabián Jerez. Lleva 10 años como abogado y ahora aspira a ocupar un puesto en un juzgado de la Niñez. El viernes asistirá a una evaluación final.