Redacción Sierra Centro
Paulino Tene armó su puesto con largueros de madera y lo cubrió con plástico grueso para evitar que filtre el agua lluvia. Desde el pasado viernes, este artesano del barro comercializa sus productos, que trajo desde Cuenca para la Feria de Finados.
Esta es la actividad comercial más grande de la Sierra centro y se realiza en las avenidas Los Atis, Julio César Cañar y Julio Jaramillo.
Tene es uno de los 1 857 artesanos que instalaron sus puestos en la calle. Provienen de distintas regiones del país: Azuay, Pichincha, Cotopaxi, Bolívar, Chimborazo, Tungurahua e Imbabura. Exhiben artesanías en madera, barro, yeso, bronce. Además, ropa, juguetes, electrodomésticos y otros productos. El año pasado, Tene vendió el 60% de las artesanías que trajo en un camión desde Azogues, por eso regresó nuevamente a la feria.
A pocos pasos de Tene está el puesto de Raúl Parra.
En su local comercializa artesanías elaboradas a mano como casas para nacimientos, diminutas ollas y pitos de barro. Adornos de bronce, cerámica y canastas elaboradas con mimbre.
Cuenta que su abuelo Manuel fue quien hace 50 años comenzó su participación en la feria de Finados.
“Es algo único donde los artesanos podemos exhibir y vender los productos”.
Parra dice que los precios son cómodos porque el 80% de los productos que muestran en la feria son elaborados en su taller ubicado en Paute (Azogues). Por ejemplo, una casa para armar el nacimiento cuesta USD 3.
Un filtro de café fabricado en madera, USD 5. “La feria tiene buena acogida. Aquí viene gente de todas las provincias a comprar”. El vecino de Parra es Pedro Naula, otro artesano. En su puesto promociona artesanías en talabartería. Este ambateño está dedicado a esta actividad más de 30 años. En su local vende zamarros, sombreros, alfombras, asientos para carros, todo elaborado con cuero. Los precios van desde los USD 80 a 150. Las monturas para caballos, entre USD 350 y 500.
Vicente Pérez, director de Servicios Públicos del Municipio de Ambato, explica que este año se espera la visita de 200 000 personas. La feria estará abierta al público hasta el 2 de noviembre.
Según él, este año se dio prioridad a la artesanía. Por ello, el 55% de los puestos vendidos son ocupados por artesanos de Cuenca. Pujilí, Riobamba, Ambato, Guayaquil, entre otras. El resto es ropa, electrodomésticos, bisutería, alimentos y juegos mecánicos.
Uno de los turistas que visitó la feria el pasado domingo fue Darwin Langette. Este latacungueño dice que la feria de Finados es única porque se puede encontrar de todo en un solo sitio, especialmente las artesanías en barro, mimbre, yeso, madera y hojalata.
“Es una tradición porque en otras ciudades la venta de artesanías se pierde. La ropa, zapatos y otros productos se pueden encontrar en cualquier sitio, pero las artesanías en un solo lugar no”.
Otra de las ferias más llamativas es la que se realizará en La Quinta El Rosario. En este sitio, localizado al sur de Ambato, se promocionan artesanías, manualidades, ropa y alimentos.
Para atraer a los turistas, los organizadores preparan festivales artísticos. La actividad comercial estará abierta hasta hoy.