Biskek. ANSA, Reuters
El presidente de Kirguistán, Kurmanbek Bakiev, abandonó ayer el país, del centro de Asia. La oposición formó gobierno tras violentos enfrentamientos entre la Policía y manifestantes en contra del Régimen.Los choques dejaron al menos 65 personas muertas y 400 heridas en la capitalBiskek, informó el Ministerio de Salud. La ex canciller y símbolo de la llamada revolución de los tulipanes del 2005, Rosa Otunbayeva, declaró que el primer ministro, Daniyar Usenov, le entregó personalmente la dimisión. “El poder está controlado por la oposición”.El malestar comenzó en marzo por el aumento del precio del combustible para la calefacción, y de la pobreza, en medio de denuncias de corrupción contra el Gobierno.Las fuerzas del orden se enfrentaron con centenares de manifestantes que asaltaron el Parlamento y la sede presidencial.El número de víctimas podría aumentar, dijo el Ministerio.