600 campesinos reparten el riego de Tahuín

El trabajo en minga. Los comuneros desalojan la tierra que se acumuló en el canal.

El trabajo en minga. Los comuneros desalojan la tierra que se acumuló en el canal.

Una retroexcavadora retira la arena y los troncos que la reciente temporada invernal acumuló en el reservorio de la represa Tahuín.

Con cada maniobra, la maquinaria desaloja toneladas de residuos que obstruyen el paso hacia los canales que llevan el líquido a los cultivos de 600 agricultores de Arenillas y Santa Rosa, en el sur de El Oro. Ellos se benefician del agua que se envía por los canales del Proyecto Múltiple Tahuín.La remoción es una tarea que se hace cada año, luego de que han cesado las lluvias. De no hacerlo, el nivel del agua subiría y desbordaría la capacidad del reservorio, ubicado a 30 kilómetros de la represa. Sería un desperdicio de agua que los beneficiarios del riego no están dispuestos a asumir.

La represa se abastece de las aguas del río Arenillas y las conduce a las fincas a través de una red de 16 kilómetros de canales. De la limpieza se encargan los beneficiarios. La Junta General de Usuarios del Sistema Tahuín contrata esa tarea, que se financian con el cobro del agua.

Su presidente Manuel Sarmiento dice que los usuarios cancelan USD 5 semanales por el ‘turno’ de agua. Sarmiento explica que cada turno equivale a regar cuatro hectáreas de cultivos.

Tahuín es el proyecto de riego más extenso en el sur de la provincia. Con la primera etapa en funcionamiento, Tahuín riega 5 000 hectáreas en la margen izquierda del río Arenillas.

La obra fue ejecutada por la desaparecida Corporación de Desarrollo de El Oro (Codeloro), entidad absorbida en el 2008 por el Instituto Nacional de Riego (Inar). Su director en El Oro, Gonzalo Cobo, dice que el Inar tiene la competencia para completar el proyecto. La meta es cubrir 8 000 hectáreas de tierras. Tras un proceso de capacitación, Codeloro entregó hace cinco años la administración de los canales y del reservorio a los usuarios.

Los campesinos dicen sentirse satisfechos. Jerónimo Honores tiene una chacra de 1,5 hectáreas sembrada con cacao y limón. “Recibo el doble de agua y me llega más limpia”.

En la parroquia La Cuca, el riego hizo crecer el área del cultivo de arroz. Omar Hidalgo, dirigente de la Corporación de Arroceros de Arenillas, cuenta que el área sembrada creció de 2 400 en el 2007 a 4 000 hectáreas en la actualidad. “Una disposición permanente de agua nos permite sembrar más de dos veces al año”.

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