Redacción Cultura
Era la noche del jueves 10 de mayo de 2007, cuando el maestro Patricio Aizaga sorprendió a todo el auditorio con el anuncio.
Los participantes
Los coros que participan son Pichincha, UTE , Voznova, Franz Liszt, Conservatorio Nacional de Música, Voces Unidas Fe y Alegría, Voces Cantantes de Quito, Coral Amistad, de la Casa de la Cultura y de la cátedra de Canto de la Fosje.
Hoy, a las 18:00, llegan desde Venezuela Ulises Aragón (cornista), Annette León y Rodolfo Sarabia (arpistas), Miguel Ángel Sánchez (trombonista) y Gaudy Sánchez (trompetista).
El valor de la entrada es de USD 20, con descuentos para estudiantes y tercera edad.
Luego de que sonara la primera parte de ‘Titán’, la Sinfonía No. 1 de Gustav Mahler, el director de la Orquesta Filarmónica del Ecuador comunicó al público que prepararía la Sinfonía No. 2 del compositor. No dijo cuándo, pero este compromiso consigo mismo y con el público quedó en su memoria.
Dos años después, Aizaga cumplirá su promesa, que le llena de vida. El jueves 26 y el sábado 28, la Fundación Orquesta Sinfónica Juvenil (Fosje) presentará la Sinfonía No. 2, ‘Resurrección’.
Los conciertos se efectuarán en la Casa de la Música (Valderrama y Mariana de Jesús), a las 20:00.
Esta es la primera vez que esta obra, que fue creada hace 114 años, se tocará en el país.
Para Aizaga, esta obra es una de las más grandes concebidas por el ser humano.
“No es común montarla por la complejidad gigante que tiene en todo sentido: musical, conceptual, técnica y logística. Hemos unido esfuerzos con otras orquestas para realizar este montaje”.
Además de los 90 músicos que cuenta la Filarmónica del Ecuador, hay el apoyo de 15 miembros de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Guayaquil-Fosje y de siete integrantes la Sinfónica Simón Bolívar, de Venezuela.
El sueño de Aizaga reunirá a 429 artistas sobre el escenario. ‘Resurrección’ volverá a la vida con 315 coristas, entre niños y adultos, dos solistas y 112 músicos en la orquesta.
Las preparativos se iniciaron hace un año aproximadamente cuando la Fosje envió las cartas de invitación a los coros, dice Karina Trujillo, relacionadora pública de la institución. “10 confirmaron su participación, pues algunos ya tenían presentaciones para los días de los conciertos”.
Además, gracias al convenio que la Fosje mantiene desde hace 14 años con la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, se logró concretar la participación de dos cornistas, un trompetista, un contrabajista, un trombonista, dos arpistas, que faltaban para el evento.
De Venezuela también se traerá un contrabajo de cinco cuerdas, en Do, que requiere la obra y que en Ecuador no hay.
Igualmente se concretó a las dos solistas: serán la soprano Carolina Varela Estrella, ecuatoriana que reside en Italia, y la mezzosoprano Heidi Vanderford, de origen estadounidense.
Desde ahí, el trabajo ha sido constante y por separado. Los coros ensayaron desde más de dos meses con sus respectivos directores y desde hace tres semanas, con Bernarda Holguín. Ella, además de dirigir a 153 niños, también se encargó de las voces femeninas.
“Es un trabajo muy bonito, fue todo un proceso de lograr ensamble. Cada coro es distinto y todos estaban acostumbrados a su director. Las últimas semanas se buscaba conseguir un emparejamiento melódico”.
Una de las partes más complejas –añade Holguín- fue unificar la pronunciación en alemán. “Hay muchas vocales y consonantes distintas a las del español. Fue difícil al principio, pero luego se logró la unificación del idioma”.
Johannes Dering-Read, director alemán de uno de los coros participantes, guió ese acoplamiento, tanto en las voces femeninas como masculinas.
Entre tanto, la orquesta trabaja en la sinfonía desde más de un mes de acuerdo con su clase: cuerdas, vientos, percusión.
Los ensayos de cuatro horas se extendieron a siete, a partir del lunes pasado, para los 90 músicos, de entre 17 y 24 años, que integran la Filarmónica.
Para Melissa Mogrobejo, la Orquesta toma este reto con mucha responsabilidad. Ella a sus 17 años es la más joven del grupo.
“Todos estamos ensayando más. Mahler es una sinfonía increíble, muy complicada, una de las más importantes en el repertorio orquestal. Por eso tengo que estudiar más. Practico el violín seis horas diarias, ahora, con Mahler, estudio ocho”.
Ayer, los miembros de las orquestas ensayaron en doble jornada, de 09:30 a 13:00 y de 15:00 a 18:30
Esta tarde, los coristas e integrantes de las orquestas, excepto cinco que recién hoy llegan de Venezuela, se encontrarán en la Casa de la Música. Será el primer ensayo general de la
Sinfonía. De esta manera ensayarán y se acoplarán, cinco días antes de la primera presentación en Quito.