Una cifra de desaparecidos incierta, damnificados que demuelen sus viviendas inutilizadas y otros que exhiben carteles con leyendas “urgente, alimentos” .
Todo eso marca la realidad de la región del Maule, cinco días después del terremoto.
La región -que fue visitada ayer por la presidenta Michelle Bachelet- tiene 28 931 damnificados (2 872 de ellos en albergues públicos), 19 700 casas destruidas y otras 17 800 viviendas con daños mayores.
El jefe de la zona en emergencia, general Bosco Pesce, declaró que hubo un error en el recuento de víctimas en la región del Maule, y dijo que el total es de 316, y no 587, como se había dicho. Pero hay el riesgo de que el número suba porque el mar comenzó a devolver algunos cuerpos, mientras efectivos del
Ejército verifican a pie y en balsas el lecho del río Maule, buscando desaparecidos.
En algunos sectores del otrora balneario de Constitución, 350 km al sur de Santiago, hay un olor nauseabundo, que puede ser producto de cadáveres sepultados bajo escombros, que comenzaron a ser removidos con maquinaria pesada, en medio de réplicas.
Ayer hubo dos sismos fuertes. Uno, de 4,8 grados, a las 00:23 locales con epicentro en la Región del Maule. Y otro de 5,1 grados, a las 06:03 locales.