Redacción Cuenca
Luego de 24 horas de huelga de hambre, los rostros de 16 miembros del comité de empresa de la Compañía Ecuatoriana del Caucho (Erco) se veían cansados. Desde las 17:00 del domingo se mantuvieron en las afueras de la Dirección de Trabajo del Austro.
Arropados con cobijas pasaron la primera noche de su medida en la acera de la calle Bolívar, en el centro de Cuenca. Según Elvis Silva, quien participa en la huelga de hambre, esta decisión se tomó “para pedir justicia en el fallo que hoy el Tribunal de Conciliación debe emitir en este caso”.
Este Tribunal debe pronunciarse sobre la legalidad o no de la paralización de las actividades en la planta industrial de Erco, que ya lleva 54 días. Los trabajadores tienen cinco pedidos, entre ellos el retiro de un sistema de manufactura, que mide el tiempo que el trabajador deja de producir.
Durante casi dos meses de paralización, los 600 trabajadores de la empresa que no pertenecen al sindicato y no están vinculados a la huelga no perciben sueldos y están sin trabajar.
Mientras que las oficinas de la compañía se trasladaron al piso 12 del edificio de la Cámara de Industrias de Cuenca. Desde ahí los ejecutivos de la empresa trabajan diariamente y coordinan las actividades para no dejar desabastecido al mercado nacional de llantas.
En Erco trabajan directamente 1 050 personas, pero según Darwin Zabala, vicepresidente de Finanzas, existen unos 5 000 empleos indirectos.
El ejecutivo aseguró que la empresa es la mayor compradora de caucho del país. “Compramos casi el 40% de la producción. Este tiempo de paralización los productores de caucho han estado en crisis porque no compramos materia prima”.
Para hoy está prevista una marcha en contra de la huelga del sindicato de la llantera. A esta manifestación se darán cita clientes y proveedores de la compañía que llegarán de diferentes ciudades en buses. Ellos se sumarán a los 600 empleados de la compañía que no están en paro, dijo Zabala.