13 townhouses más para La morita

Redacción Construir
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Carola Freire afirma que haber adquirido una vivienda en la zona es como haber llegado a la tierra prometida.  La dama, por hoy dedicada por completo al cuidado de sus tres pequeños hijos, habla maravillas de La Morita, el sitio en cuestión.

Resalta la paz y la tranquilidad del entorno. Y el gran  clima, presente   todo el año. Y la seguridad que ofrece el lugar, tanto para su vivienda como para sus hijos, quienes pueden jugar y corretear sin miedos ni cortapisas. La señora también afirma que, aunque a primera vista parece que vive un poco lejos, no es así. “Estamos a 5 minutos del Santa María y a 10 del Vía Ventura. Imagínese cuando ya funcione el aeropuerto en Tababela…”.

Este también  fue uno de los criterios  que aplicó el ingeniero Jaime Arias para diseñar el programa residencial.

Primero, explica Arias, escogió con   cuidado el lote donde levantaría las 13 casas de 120 m² previstas en los planos. El plan no debía estar muy lejos de las vías de comunicación y de los centros de acopio pero, al mismo tiempo, debía estar rodeado de paz, seguridad y campo.

El sitio escogido queda a   300 metros de la vía Interoceánica, en el camino de ingreso a La Morita, uno de los barrios de Tumbaco que todavía pueden manejar con solvencia esa dualidad campo-ciudad, que desaparece rápidamente en el valle.

Las 13 viviendas son, con más propiedad, ‘townhouses’.

El término ‘townhouse’ significa casa de pueblo y es un estilo de vivienda que proviene desde Inglaterra e Irlanda en el siglo XVII. Las viviendas de este estilo tienen desde uno hasta cuatro pisos. Poseen espacios verdes, árboles, jardines y terraza. El objetivo es que parezcan casas de pueblo y que estén alejadas de la polución y el ruido.

Cada casa vale  USD 78 500, el cual se puede cancelar mediante algunas fórmulas. El 30% de entrada y el resto con un crédito hipotecario con cualquier entidad bancaria es uno. El 10% de entrada más el crédito hipotecario que entrega el IESS, otro.

Las casas de La Sevillana poseen tres pisos. En la planta baja se ubica el área social. Completan la dotación un jardincito delantero, un patio posterior y el garaje correspondiente.

En la segunda   se ubican dos dormitorios, el baño familiar, el área de servicio y una terraza. El dormitorio máster con su baño   va en la última planta.

Los acabados son de primera y varían  según el gusto del cliente, explica Arias. Los pisos son de porcelanato, flotante o alfombra. Los muebles de cocina, baño y clósets son de madera contrachapada. De color chocolate en unas casas, de blanco hueso o marfil, en otras.

El conjunto tiene un solo portón de ingreso con guardianía permanente, caminerías adoquinadas y una gran área comunal de 500 m². La propuesta incluye tres bloques de casas, los cuales estarán separados por un jardín con juegos infantiles.

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