Redacción Quito
La primera feria Texturas y Colores contó con la participación de 126 artesanos de Pichincha. El encuentro pretende recuperar la identidad cultura e incentivar el consumo de productos nacionales elaborados manualmente.
El evento se desarrolló en el Centro de Convenciones Eugenio Espejo, en el centro de la urbe, y contó con el apoyo de la empresa Metropolitana Quito Turismo.
Según Glenda Mora, coordinadora de la feria, con esta clase de actividades se pretende abrir espacios de promoción para los artesanos, además de crear un registro de los, aproximadamente, 350 artistas manuales que existen en la provincia.
Nora Hidalgo, quien confecciona túnicas y ropa para santos, dijo que la realización de esta clase de ferias ayuda especialmente a los artesanos que, según comentó, por falta de dinero no pueden promocionarse. Confeccionar una túnica con bordados de hilo le toma a Hidalgo cerca de un día y el precio va desde los USD 10.
Ana María Pachacama acudió con su familia a la exposición. Ella asegura que los precios son cómodos y los productos tienen muy buena calidad. “Uno debe comprar esta clase de productos que son nuestros”.
Juguetes, joyas, carteras, ropa, tarjetas y hasta alimentos se expusieron en cada una de los estands de la feria. Sin embargo, Mora explicó que la falta de interés de algunos artesanos ocasionó problemas a la hora de montar la exposición, ya que no todos los que estaban seleccionados acudieron.
José Mármol, asistente, se mostró contento por la exposición aunque dijo que el lugar donde se realizó no tenía los servicios necesarios. “La puerta de los baños de la planta baja estaban cerrados y tuve que ir hasta donde el guardia a preguntar donde había un baño abierto. Se debería pensar en la comodidad de la gente”.
Esta feria pretende realizarse dos veces por año desde 2010. Una vez en Semana Santa y la segunda, en noviembre. Mora afirmó que espera que en la próxima muestra se incremente tanto el número de participantes como también de visitantes.